El camino hacia la catarsis incierta de "The gambler" (2014), en plan de pozo sin fondo, autodestructivo y sin razón, pareciera ser demasiado extenso para mantener la atención en una película de poco menos de dos horas que pueden parecer más.

Lo anterior se debe a que la reiteración de sucesos agota y la incertidumbre por conocer alguna certeza en el horizonte se hace eterna, causando incluso apatía.

Si bien hay un logro a considerar en la parte psicológica y algo de crítica inteligente, quizás sea su confusa dirección lo que la perjudica más, ya que puede tener al escritor de "Los infiltrados" (2006), pero claramente no es Martin Scorsese quien lleva la batuta.

A Mark Wahlberg no se le puede reprochar nada, su cara de angustia se desenvuelve conforme a sus habituales performances y verlo como un perdedor autodestructivo sin razón aparente no varía el panorama. Jessica Lange por su parte es pura sobriedad pese a lo breve de sus contadas intervenciones. Sobre Brie Larson solo decir que nos deja con gusto a poco por su belleza, aunque pareciera que estaba más pintada para otro tipo de film.

El remake puede describirse como de buena factura y con todo lo bueno que posee, sus aciertos no alcanzan a equilibrar sus pecados.

Recomendación:
Débil. Abusa demasiado de los mismos argumentos sin enfocarse en ampliar el horizonte de posibilidades.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com