Una nueva pieza de John Turturro en la dirección de cine y con un elenco bastante respetable es "Aprendiz de gigoló" (2014) que sin embargo, deja con gusto a poco por la cantidad de buenos elementos que reúne pero no logra hacer funcionar como conjunto.

Prueba de lo anterior es que Woody Allen en su faceta de actor es de lo más destacable de una cinta que juguetea como extraña comedia romántica y a ratos se pone demasiado seria para encantar a quien ve.

Si los nombres masculinos con Turturro, Allen y Liev Shreiber en un rol secundario son más que aceptables, los femeninos no lo hacen mal, aunque son más efectistas que efectivos con Vanessa Paradis, Sharon Stone y Sofia Vergara a quienes con gusto opaca la afroamericana Tonya Pinkins, precisamente porque consigue lo que los estereotipos de sus coestelares no logran, sacarnos una sonrisa que apuesta más por lo simpático e impredecible.

De eso último hay poco en esta cinta, y se echa de menos. Como idea no era mala aunque generalmente en estas películas el escritor, actor y director suele colocarse en el papel más cómodo, ya verán por qué, y en ese sentido diera la impresión que son otros los llamados a sacar lo mejor del propio John Turturro tanto en su faceta de drama como de comedia.

La comunidad judía de New York poco puede importar y la empatía que produce igual, pero la dupla Turturro - Allen, pese a que se queda en más promesas que realidades, es la que nos mantiene con vida en un film que gracias a su duración de hora y media, ayuda a que todo sea más breve y pasajero.

Recomendación:
Regular. Woody Allen salva la película con su extravagancia y Turturro queda algo en deuda.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com