Quien quiera encontrar algo más que una historia sencilla, hecha con el único propósito de entretener al personal, pues creo que puede ir buscándose otra alternativa, ya que "El mejor verano de mi vida" no ofrece mucho más que un pasatiempos agradable, eso sí, muy humano, en el sentido de que se apuesta por la comicidad de un Leo Harlem y el amor a su hijo, al que le lleva al pueblo de Fuenteovejas, donde, se suceden algunas situaciones que dibujan una sonrisa en la boca, sin apenas llegar a la carcajada. Con un añadido toque dramático ligerito, el film presenta buenas actuaciones, nos deja ver una historia familiar típica y sienta bien visionarlo, ya sea por la amabilidad con la que se nos cuenta la historia o porque sus escasas intenciones no son un lastre para disfrutar lo que se ve, que no es otra cosa que una peli más del montón, predecible y facilona.