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Voto de mrvazba2k:
10
8,2
38.321
Drama. Intriga
Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2006
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado los años. Se notan las maquetas. Judith Anderson está más joven de lo que la recordaba, algún diálogo es ñoño, Olivier tiene cara de palo y Joan Fontaine no tenía ni idea de dibujar: pero amo esta película.
Rebeca es la auténtica protagonista absoluta de esa galería de personajes en cine o teatro que no aparecen pero están.
Rebeca es la auténtica protagonista absoluta de esa galería de personajes en cine o teatro que no aparecen pero están.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Yo no tenía edad de tener el "síndrome de Rebeca"- que más bien sería el de la segunda sra de Winters- pero luego lo tuve, gracias a Rebeca. Y digo gracias porque explicó un sentimiento, no solamente a una chaquetilla que uno se pone por encima cuando va haciendo frío.
Yo reniego de la teoría de amor lésbico de la Sra Danvers. La entiendo. Rebeca era fantástica. Y más bien veo una fantasía de Daphne du Maurier con el incesto: la figura paterna que representa Olivier, el primito con el que se acuesta Rebeca...
Por cada vez que se quema Manderley- que sufro mucho-, vuelves a a verla y ahí está. Y me sigue sorprendiendo cada escena, y espero que no pase esto o lo otro, o que pase. Da igual que te la cuenten, te va a sorprender igual.
¡Ah! y la mala, se pongan como se pongan, no es el ama de llaves, sino la Sra Van Hopper de los cataplines.
Yo reniego de la teoría de amor lésbico de la Sra Danvers. La entiendo. Rebeca era fantástica. Y más bien veo una fantasía de Daphne du Maurier con el incesto: la figura paterna que representa Olivier, el primito con el que se acuesta Rebeca...
Por cada vez que se quema Manderley- que sufro mucho-, vuelves a a verla y ahí está. Y me sigue sorprendiendo cada escena, y espero que no pase esto o lo otro, o que pase. Da igual que te la cuenten, te va a sorprender igual.
¡Ah! y la mala, se pongan como se pongan, no es el ama de llaves, sino la Sra Van Hopper de los cataplines.