Este personaje es un desafío actoral que Harrison Ford consigue superar con creces.
La historia es un drama profundo sobre un hombre que recibe un disparo en la cabeza y como consecuencia tiene graves problemas de memoria, hasta el punto de tener que volver a recordar y aprender muchas cosas.
La mejor carta de la película es el final (que no desvelaré), pero también me gusta mucho acompañar al protagonista en sus penurias, pues la buena labor de Ford hace que nos creamos perfectamente su papel, así como su dolor.
Además, como empieza siendo un tipo un poco desagradable, el film también sirve para reflexionar sobre algunos temas importantes de la vida y sobre la manera de comportarnos con los demás.
Una película dramática muy recomendable, en la que su actor no es el típico héroe de acción al que nos tiene acostumbrados.