Reconozco que en muchos aspectos esta película deja bastante que desear, pero tampoco puedo evitar que me resulte entretenida y apta para echar un rato en un momento en el que no haya nada mejor que hacer. Por eso no puedo suspenderla.
No sé exactamente por qué me gusta, cuando tiene muchos defectos. Tal vez sea por el enfoque moderno que le han dado al personaje, pero al mismo tiempo relacionándolo con personajes y situaciones de la excelente novela de Bram Stoker.
El único actor importante que tenemos aquí es Christopher Plummer (un intérprete muy desaprovechado en esta película), como el típico experto cazador de vampiros. El insulso Jonny Lee Miller ("Hackers", "Elementary") es su aprendiz. Y en el papel de Drácula tenemos a un jovencísimo Gerard Butler mucho antes de ser conocido, aunque tampoco es que fuera a ganar el Óscar por esto.
En su favor:
- Entretenida y corta.
- Moderniza el mito de Drácula sin repetir lo mismo de siempre.
- Explican el origen del vampiro (aunque la explicación sea más bien una paranoia).
- ¡Las vampiras!
En su contra:
- Diálogos de besugo, sobre todo por parte de los vampiros neófitos ("Lo siento, macho. ¡No sé qué coño me pasa!", o "Esto es mejor que el dinero"). Son para matar al guionista, desde luego.
- Poco violenta para lo que podría haber sido.