Llevo años intentando seguir la norma de ver películas con la mínima información posible. En este caso, solo me bastaba con el nombre de Tom Hanks, que creo que en principio es suficiente garantía.
Pues bien, tras terminar de verla, no me termina de quedar claro qué puede tener de interesante esta insulsa historia. Si llego a saber que esto era así, no la hubiera visto.
Imagino que el presentador este, en Estados Unidos sería alguien con tan buen rollo, fama y cariño del público como quizás lo fue “Miliki” aquí en España. Pero el programita en cuestión, visto como lo ponen en la película, no puede ser más casposo, con esas cancioncitas y maquetas cutres.
El supuesto carisma de Fred Rogers no me resulta tan especial como seguramente era, y montar una película con esta especie de “Espinete” americano al que en España no conoce nadie, no creo que termine de funcionar para el público que no es del otro lado del charco.
Esto es un poco como ver un “cómo se hizo” de “Verano azul”, sin haber vivido lo que supuso esa serie en España cuando se estrenó. Es la única explicación que se me ocurre para que me parezca tan mala esta película.
Pero es que no es solo el nulo interés que me despierta el personaje en cuestión, sino que la película entera es un soberano rollazo.
Me resulta muy triste ver a Tom Hanks metiendo la pata a la hora de elegir este proyecto. Doy por hecho que su papel será mimético, pero con todo lo que ha hecho este actor, creo que se le puede exigir bastante más. Y eso que tampoco está claro del todo que sea el protagonista, pues creo que en realidad lo es Matthew Rhys.
Pero lo peor de todo es la flojísima historia. Si el presentador me parece soso, todo lo que nos cuentan no se queda atrás.
Es tan ñoña y “buenrollista”, que tiene menos suspensión de incredulidad que la saga “Transformers”, y al mismo tiempo es tan aburrida como leerse el boletín oficial del estado todos los días.
El sueño del viejo conejo, por ejemplo, es como para dejar de ver la película inmediatamente.
Para mí, una de las peores películas de Hanks, que se puede dar la mano con “Esperando al rey”.