Un antiguo contrabandista (Wahlberg) se ve obligado a pasar un gran cargamento de dinero falso para poder cubrir una deuda de su cuñado, o su familia morirá. Partiendo de esta base que a priori no es demasiado original, "Contraband" tiene un desarrollo entretenido, manteniendo el interés durante todo su metraje. La trama se desarrolla en un barco que debe cruzar el canal de Panamá, con aduaneros corruptos, tiroteos e incluso el robo a un furgón blindado. Al mismo tiempo la familia del protagonista se encuentra amenazada en su propia casa.
La película entretiene sin llegar a ser un peliculón, lo cual ya es algo. Wahlberg demuestra que no es tan mal actor como cuando empezó en el cine, y Beckinsale estupenda como siempre (además le sienta muy bien el pelo rubio). Ribisi y Foster, muy habituales en este tipo de historias, completan el reparto.
El género negro, que últimamente no ha ofrecido mucho, tiene un buen ejemplo en "Contraband". No pasará a la historia pero cumple su función.