En esta fantasía distópica mezclan tantos elementos distintos que el resultado se podría decir hasta que es original.
Es un mundo con vampiros, en un futuro oscuro que se parece a "Blade runner", con zonas de estética del Oeste y hasta una larga escena al estilo de "Mad Max".
Parece que Paul Bettany se encasilla en el género fantástico religioso ("El código Da Vinci", "Legión"), haciendo aquí de sacerdote guerrero.
Prácticamente desde el principio se nota que no estamos ante una gran superproducción, pero que se esmera con su bajo presupuesto en intentar ofrecer un producto cuanto menos entretenido.
La película tiene bastante acción y no se preocupa demasiado del argumento. Luchas y tiroteos contra vampiros por parte de unos guerreros muy poderosos, y hay una chica a la que rescatar. Lo malo es que el director se excede bastante con su puesta en escena en algunos momentos. Tenemos una fantasmada realmente vergonzante, como el momento "te lanzo piedras y caminas por encima de ellas en pleno vuelo". Cosas como esta no le hacen ganar puntos precisamente.
La traca final con las motos y el tren, como digo bebe claramente de "Mad Max" y es bastante vistosa, dentro de lo que cabe para un film como el que nos ocupa.
Reconozco que no es nada del otro mundo, pero a mí personalmente me entretiene durante el poco rato que dura. De vez en cuando me gusta ver cine de acción no pretencioso y con buenos efectos especiales, y "El sicario de Dios" no es ni más ni menos que eso.