El de "Pearl Harbor" es a menudo muy criticado por su inexpresividad, pero en realidad ha demostrado en muchas ocasiones que puede actuar bien y dirigir mucho mejor.
Aquí se pone delante y detrás de la cámara para contarnos una típica historia de ladrones, pero cuyo resultado es bastante aceptable.
Tiene elementos muy tópicos, como por ejemplo lo del ladrón bueno que quiere dejarlo pero que no se lo permiten.
Otras partes del argumento no lo son tanto, como toda la historia con el personaje de Rebecca Hall.
Lo que más me gusta es que no solamente hay atracos y persecuciones policiales, sino que predomina el tono dramático de la vida de los personajes y los conflictos entre ellos con muy buenos diálogos. La relación entre los dos ladrones principales (Ben Affleck y Jeremy Renner) es un poco tensa y da pie a varias escenas intensas en las que Affleck demuestra ser mejor actor de lo que siempre dicen.
Y justo cuando el ritmo empieza a decaer y la película empieza a ponerse un poquito pesada, remonta otra vez con todo el golpe final.
Buenos actores, dirección y realización para un drama con toques de cine negro que pone a Affleck por encima de sus detractores.