Pocos son los hombres que se pueden definir como simplemente Oeste.


Porque conserva esa encomiable y fastuosa violencia.
Porque ve el peligro en frente de él y la enfrenta cara a cara.
Porque le son inherentes a él, las armas.
Porque disfruta de una orquesta a fuego lento.
Porque el polvo es algo más que mancharle su rostro, su sudor.
Porque conserva las huellas de su pasado. Y estas lo siguen a él.
Porque el, hace la atmósfera,
Porque se le ve cansado, pero mantiene la mirada firme.
Porque no descansará hasta encontrar su redención.
Porque no le teme a la muerte. Al contrario goza con ella.
Porque su destino huele a tragedia.
Porque no puede huir.


Porque añora un futuro más claro…

…uno con el que ha soñado toda su vida.

Pero éste no existe. No lo fue, no lo Es, no lo habrá. Camina junto con la fatalidad.

Porque el es el Oeste.

Y el Oeste es así.