Una muestra de comedia edificada para pasar el rato, hecha a la medida de la siempre divertida Melissa McCarthy (Espías), pero ausente de ambición para aspirar a ser algo que vaya más allá que su simple visionado.
Dirige Ben Falcone (Tammy), persona que toda película que ha dirigido está protagonizada por McCarthy y que se limita a plasmar en planos los guiones que coescribe con la actriz, cumpliendo el trámite de sacar adelante las películas. Por lo demás, la cinta es sencilla en su desarrollo y no se jacta de buscar la sorpresa. El humor es básico, siendo del estilo que tan acostumbrados nos tiene Melissa, si bien esta es la más floja que he visto. No tiene tantas escenas de humor como cabía esperar y hasta el personaje de ella cae un poco antipático en algunos momentos. Conserva también un poco de la brutalidad de algunas de sus otras películas y la batalla campal es una de sus mejores bazas. Sin embargo no termina de cuajar del todo. Aún así, tiene un plantel cómico interesante: Kristen Bell (Malas Madres), Tyler Labine (Deadbeat) y el siempre genial Peter Dinklage (Juego de Tronos) que no sé cómo lo hace pero siempre cumple.
Resumiendo, es una cinta con un nivel cómico más bajo de lo esperable, pero se deja ver; aunque es irregular en casi todas sus partes debido a un guión flojo y nada ambicioso, como si hubiera sido escrito en un par de tardes (o noches).