Si te gusta la música (la buena música) y el cine, entonces ésta es tu película. Y ya si eres superfan de Lady Gaga (no es mi caso, pero me parece una cantante y artista muy respetable) entonces, ¡corre a verla!.

Se nota que es una película hecha con mimo, cariño y con un buen gusto por la música tremendo. Se nota desde que empieza (con ese sonido de guitarra y el primer plano de la misma) hasta el final. Os aseguro, que si os gusta la música, tanto como a mí, la vais a disfrutar muchísimo.

Siendo el cuarto remake de "Ha nacido una estrella" la historia sobre una estrella del pop, y que salga Lady Gaga, una de las divas del pop más reconocidas a nivel mundial (de verdad), puede dar la confusión de que va ser una película aburrida, pesada, tostón, cargante y nada interesante que es imposible que nos pueda llamar a la atención. Pero no, la verdad es que no es así. Es todo lo contrario. Nos sorprende, nos acaba cautivando y para nada es aburrida.

Lo que no se puede negar, es que la historia que cuenta ya la hemos visto en innumerables películas pero ésta tiene “ese algo” que consigue hacerla especial y diferente.

Y ese algo son varios componentes: la química entre sus protagonistas, la BSO, las canciones compuestas especialmente para esta película, Lady Gaga, Bradley Cooper…

Es la primera película para Bradley Cooper como director y la jugada no le ha podido salir mejor. No se ha notado para nada que es un director novel y que ésta es su “Opera Prima“ como director. Se ha involucrado de lleno en llevar (de nuevo) esta historia a la gran pantalla, de manera elegante y atractiva. Estuvo durante 4 años preparándola y se nota que lo ha hecho con ganas y con gusto. Ha conseguido crear con los maravillosos planos, composición, fotografía (a cargo de Matthew Libatique), y las buenas actuaciones de todo el reparto, sabiendo enfocar sus caras y gestos en los momentos exactos para captar las emociones y transmitírselas al espectador, una magia especial. En su faceta como actor, es una de sus mejores interpretaciones pero es que como director está excelente y estoy segura que se va a llevar más de una nominación en esta categoría y algún que otro premio.

Y su otra mitad protagonista es la maravillosa y espléndida Lady Gaga. Está extraordinaria y sublime interpretando el papel de Ally. Esa Ally, que me recuerda muchísimo a la joven Stefani Joanne Angelina Germanotta (lo que viene a ser ella antes de convertirse en Lady Gaga), cuando empezó a tocar sus canciones en baretos pequeños de su ciudad e intentando llegar a convertirse en lo que es hoy, una de las mejores artistas del pop del mundo. Hay mucho de Lady Gaga en Ally y mucho de Ally en Lady Gaga. Y ese toque natural, sencillo, sin maquillaje, simplemente ella, con su belleza natural, es lo que hace que te la creas, que te creas su personaje y no esté para nada formado. Es una delicia verla así, ver que transmite tanto con su mirada y sus gestos y que no necesita nada más para cautivar al espectador. Me alegro que Bradley Cooper le pusiera como “prohibición” que no podía utilizar maquillaje para su personaje aunque ella lo intentó aunque fuera algo muy sencillo (bien pensando Cooper). Y lo más increíble de todo es que en ningún momento ves a Lady Gaga interpretarse a sí misma, sino que ves a Ally, a esa chica sencilla que lo único que quiere y desea es ser reconocida por su trabajo y por su música. Está claro, que este personaje le viene perfecto y está demostrando, que además de buena cantante y artista es muy buena actriz.

La química entre ellos se ve reflejada desde el minuto uno que cruzan sus miradas por primera vez. Nos harán reír, llorar y emocionarnos como hacía tiempo que nadie lo hacía.

Y como guinda del pastel hay que mencionar su BSO y sus canciones. Por si alguien no se ha enterado aún es una autentica maravilla. No se podría esperar menos estando Lady Gaga en ella. Pero no ha estado sola, sino que Lukas Nelson (cantante y líder de Promise of the Real) la ha ayudado en la composición y creación de las canciones, junto a Jason Isbell, Mark Ronson, Natalie Hemby y Lori McKenna. Si había alguna duda, las canciones han sido compuestas para la película (yo la tenía pensando que eran las mismas de las películas anteriores).

Pero lo que hace más auténtica y brillante a la película y a su BSO es que la mayoría de actuaciones de Ally y Jackson fueron rodadas en directo y en distintos festivales de música (entre ellos Coachella). Cantaron en directo en todas las canciones, haciendo aún más auténtica, real, original, creíble y genuina cada una de ellas. La “culpa” de esto la tuvo Lady Gaga (y tenemos que agradecérselo) ya que Bradley Cooper no se sentía muy seguro con esto, pero ella le animó y en la película podemos ver el resultado: un acierto total.

Además, Cooper no es cantante, pero estuvo practicando, enseñándose y ensayando durante semanas para conseguir ese toque de chico country y cowboy en su manera de cantar. Aprendió a tocar la guitarra y el piano y también consiguió bajar una octava su voz para sonar más profundo, y darle un toque más personal a su forma de hablar y cantar de su personaje Maine. También colaboró, junto a Nelson, en la composición de algunas de la canciones de su personaje.

Las canciones, son las otras protagonistas de la película. Destacar Shallow, Always remember us this way, I’ll never love again, Is that alright, Maybe it’s Time.

A star is born, una delicia de película que acabará emocionándote y tardarás mucho tiempo en olvidar. No tengo ni que decir que la recomiendo enormemente.

Así que ya saben, a ver, oír, disfrutar y a emocionarse con Ha nacido una estrella.

Mi valoración: 7/10

https://retalesdeacetato.wordpress.com/2018/10/25/ha-nacido-una-estrella/