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Voto de hpbordon:
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Aventuras
Guerra de la Independencia (1808-1814). Cuando se descubre que el responsable de la primera derrota de Napoleón en España es el Bruc, un chico montañés (Juan José Ballesta) que con el redoble de su tambor consiguió sembrar el pánico entre las tropas francesas, seis mercenarios curtidos en mil batallas reciben la orden de darle caza, cortar su cabeza y exponerla en la plaza del pueblo para que sirva de escarmiento al resto del pueblo. ... [+]
16 de diciembre de 2010
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cuanto a producciones históricas en España se refiere, conviene recalcar que normalmente el cine está por encima de la televisión en términos de rigor. Lo está porque cuenta, en primer lugar, con más tiempo para la preparación de tan dificultosos proyectos. La fotografía y los efectos especiales en 'Bruc. El desafío', son buena prueba de ello. Pero la diferencia se hace más patente a día de hoy, cuando cada semana en televisión, una serie como 'Hispania' deja en evidencia las penurias y carencias de las producciones españolas que se remontan a épocas pasadas. Por ello, el segundo largometraje de Daniel Benmayor ('Paintball', 2009), al menos en ese aspecto, puede presumir de una moderación y prudencia considerables. Siempre que la vean en su versión original, claro. Recordemos además, que en el cine español ya hay dos versiones de esta historia: 'El tambor del Bruch' (Ignacio F.Inquino, 1948) y 'La leyenda del tambor' (Jorge Grau, 1981).
A simple vista, muchos podrán pensar que se trata de una película bélica sobre las batallas de las tropas españolas contra las de Napoleón, pero no es así. La trama de 'Bruc. El desafío' se centra en la heroica figura de Bruc, un carbonero al que le apodan así, gracias -entre otras cosas- a que el sonido de su tambor consiguió desconcertar por completo a las tropas francesas en la batalla que tuvo lugar en la localidad de Bruch, y propiciar así su derrota. Ese es el pasado reciente a partir del cual se desarrolla la trama. Lo que vienen a contarnos es la persecución y las represalias que emprenden un grupo de soldados franceses contra este joven héroe al que interpreta Juan José Ballesta. De forma que, con el paso de los minutos, la cinta llegue a estar más cerca del subgénero de persecuciones, tipo 'El fugitivo' (1993), y de venganza, al más puro estilo 'Rambo' (1982). Aunque, para no caer en trivialidades del género de acción y por tratarse de una producción mucho más minimalista que los lejanos referentes mencionados, la historia parece no querer caer en un ritmo vertiginoso. La persecución se prolonga tal vez demasiado, ya que va pausándose por medio de las intervenciones de los personajes secundarios. De Bruc, conocemos sus proezas, pero de estos poco sabemos. La bellísima actriz francesa Astrid Berges-Frisbey es la prometida del protagonista de la misma forma que podía ser su amiga, hermana o prima. Los soldados galos están algo más conseguidos. Encabezados por Vincent Pérez, su única y -parece que- última pretensión en la vida es ir al acecho y cortarle la cabeza a ese tamborilero escurridizo que se esconde en el monte. No me pregunten por qué, pero Santi Millán va con los gabachos. Mercenarios los ha habido desde siempre, de eso no hay duda. Y otro aspecto que frena el ritmo de la acción son los continuos planos aéreos del paisaje. Sin menospreciar su belleza, en este tipo de película lo que hacen es más distraer que atraer.
(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
A simple vista, muchos podrán pensar que se trata de una película bélica sobre las batallas de las tropas españolas contra las de Napoleón, pero no es así. La trama de 'Bruc. El desafío' se centra en la heroica figura de Bruc, un carbonero al que le apodan así, gracias -entre otras cosas- a que el sonido de su tambor consiguió desconcertar por completo a las tropas francesas en la batalla que tuvo lugar en la localidad de Bruch, y propiciar así su derrota. Ese es el pasado reciente a partir del cual se desarrolla la trama. Lo que vienen a contarnos es la persecución y las represalias que emprenden un grupo de soldados franceses contra este joven héroe al que interpreta Juan José Ballesta. De forma que, con el paso de los minutos, la cinta llegue a estar más cerca del subgénero de persecuciones, tipo 'El fugitivo' (1993), y de venganza, al más puro estilo 'Rambo' (1982). Aunque, para no caer en trivialidades del género de acción y por tratarse de una producción mucho más minimalista que los lejanos referentes mencionados, la historia parece no querer caer en un ritmo vertiginoso. La persecución se prolonga tal vez demasiado, ya que va pausándose por medio de las intervenciones de los personajes secundarios. De Bruc, conocemos sus proezas, pero de estos poco sabemos. La bellísima actriz francesa Astrid Berges-Frisbey es la prometida del protagonista de la misma forma que podía ser su amiga, hermana o prima. Los soldados galos están algo más conseguidos. Encabezados por Vincent Pérez, su única y -parece que- última pretensión en la vida es ir al acecho y cortarle la cabeza a ese tamborilero escurridizo que se esconde en el monte. No me pregunten por qué, pero Santi Millán va con los gabachos. Mercenarios los ha habido desde siempre, de eso no hay duda. Y otro aspecto que frena el ritmo de la acción son los continuos planos aéreos del paisaje. Sin menospreciar su belleza, en este tipo de película lo que hacen es más distraer que atraer.
(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y muchos se preguntarán: ¿Y qué pinta el amigo Ballesta en esta historia? A lo que uno responde: –Pues afrancesarse. Creo que es una de las cosas que necesita este actor si quiere salir del barrio y triunfar de verdad en el cine. Si en 'Entrelobos' no suelta prenda, ahora lo hace tan solo en contadas ocasiones. Nos concede unas cuantas poses bien agresivas e incluso le favorece el carboncillo restregado por todo el cuerpo. Y nada mejor que una novia francesa para adulzar un poco esa personalidad delictiva que lleva fraguando en la gran pantalla desde 'El Bola'. Sabe cargar con el papel de héroe a sus espaldas, pero no hay duda de que le falta mucho camino por recorrer para trabajar en Hollywood, a donde recientemente ha dicho que llegará si se lo propone. Tiempo al tiempo.