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Voto de Guillermo Herrera:
8
6,4
898
Romance. Drama
A finales de los años 50, Rachel, una modesta oficinista de la pequeña ciudad de Châteauroux, conoce a Philippe, un joven brillante de familia burguesa. De este romance breve e intenso nace la pequeña Chantal, pero Philippe se niega a casarse fuera de su clase social. En adelante sus vidas serán moldeadas por el amor incondicional entre una madre y su hija, eclipsada por el amor imposible de una mujer por un hombre que la rechaza, ... [+]
22 de mayo de 2019
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia de 3 personajes, donde se describe la tormentosa y desigual “historia de amor” entre un seductor parisino de buena familia, con conocimiento del mundo ( Niels Schneider, correcto en su rol) y una chica humilde de provincias de ascendencia judía, (Virginie Efira, gratamente sorprendido en su actuación, la había visto en comedias ligeras o películas románticas, se luce en este film, esta impecable) en la que la que hay una masculina posición dominante, en social y en lo sexual.
Esta asimetría queda establecida y es aceptada desde el primer encuentro, como consecuencia, termina con un embarazo (deseado al menos por la madre) que da origen al nacimiento de la narradora (tercer vértice del desigual triangulo) con respecto al cual él declina toda responsabilidad posterior, y finaliza con el desgarro esperable debido al carácter de relación no asumida, por una parte, y con ninguna esperanza de estabilidad por la otra, pero con una latente esperanza.
Ella va desde el total desconocimiento por la ausencia en principio y luego como la mayoría de las hijas, se obnubila por la figura del padre que es, sin serlo (Estelle Lescure muy bien en rol de adolescente y Jehnny Beth en la adultez, excelentes ambas ).
Película basada en el libro homónimo de Christine Angot (nacida como Pierrette Marie-Clotilde Schwartz (Schwartz es el apellido de su madre en Châteauroux, Indre, el 7 de febrero de 1959), permitanme citar este párrafo:
«-Y, sin embargo, esa niña tiene un padre. Todo el mundo lo tiene. Lo sabes, Christine. Ya hemos hablado de ello. Tal vez su mamá no se lo ha dicho. Pero lo tiene. Todo el mundo lo tiene. Yo también. No he vivido mucho con él, pero es mi padre. Lo tengo. También tú lo tienes. Y la tía. Todo el mundo. Tú también. No lo conoces. O más bien no te acuerdas de él. Lo viste. No lo recuerdas pero lo viste. Lo viste por primera vez cuando tenías dos años, durante las vacaciones. La segunda vez tenías tres años. Lo viste una tercera vez, a los seis. Nunca has estado con él mucho rato, eso es verdad. Y también vino a verte cuando eras un bebé. Estabas en la cuna, no lo recuerdas. También esa niña tiene un padre. Aunque no lo haya visto nunca. Todo el mundo lo tiene.»
Esta es una película muy bien producida, bien la reconstrucción de época, vestuario, locaciones y actuada, es dura, uno no logra hacer empatía con los personajes, él y su familia son detestables, en ningún momento muestra afectividad, es el monumento al egoísmo, ella por su parte no sabe cómo salir de esa encrucijada, y la hija hace lo que puede.
El nombre de la película es más que adecuado, es IMPOSIBLE ese “amor” porque no hay posibilidades de concreción y ella aunque lo sabe no tiene manera de evadirse de esa situación, el escaparse de él, para ella no es posible.
UNA MUY BUENA PELÍCULA
Esta asimetría queda establecida y es aceptada desde el primer encuentro, como consecuencia, termina con un embarazo (deseado al menos por la madre) que da origen al nacimiento de la narradora (tercer vértice del desigual triangulo) con respecto al cual él declina toda responsabilidad posterior, y finaliza con el desgarro esperable debido al carácter de relación no asumida, por una parte, y con ninguna esperanza de estabilidad por la otra, pero con una latente esperanza.
Ella va desde el total desconocimiento por la ausencia en principio y luego como la mayoría de las hijas, se obnubila por la figura del padre que es, sin serlo (Estelle Lescure muy bien en rol de adolescente y Jehnny Beth en la adultez, excelentes ambas ).
Película basada en el libro homónimo de Christine Angot (nacida como Pierrette Marie-Clotilde Schwartz (Schwartz es el apellido de su madre en Châteauroux, Indre, el 7 de febrero de 1959), permitanme citar este párrafo:
«-Y, sin embargo, esa niña tiene un padre. Todo el mundo lo tiene. Lo sabes, Christine. Ya hemos hablado de ello. Tal vez su mamá no se lo ha dicho. Pero lo tiene. Todo el mundo lo tiene. Yo también. No he vivido mucho con él, pero es mi padre. Lo tengo. También tú lo tienes. Y la tía. Todo el mundo. Tú también. No lo conoces. O más bien no te acuerdas de él. Lo viste. No lo recuerdas pero lo viste. Lo viste por primera vez cuando tenías dos años, durante las vacaciones. La segunda vez tenías tres años. Lo viste una tercera vez, a los seis. Nunca has estado con él mucho rato, eso es verdad. Y también vino a verte cuando eras un bebé. Estabas en la cuna, no lo recuerdas. También esa niña tiene un padre. Aunque no lo haya visto nunca. Todo el mundo lo tiene.»
Esta es una película muy bien producida, bien la reconstrucción de época, vestuario, locaciones y actuada, es dura, uno no logra hacer empatía con los personajes, él y su familia son detestables, en ningún momento muestra afectividad, es el monumento al egoísmo, ella por su parte no sabe cómo salir de esa encrucijada, y la hija hace lo que puede.
El nombre de la película es más que adecuado, es IMPOSIBLE ese “amor” porque no hay posibilidades de concreción y ella aunque lo sabe no tiene manera de evadirse de esa situación, el escaparse de él, para ella no es posible.
UNA MUY BUENA PELÍCULA
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es central la cuestión del reconocimiento paterno, supongo que en ese momento las leyes francesas lo ponían solo como un “derecho” del padre.
Es por demás complejo es la cuestión del abuso, dado la imposibilidad de verbalizarlo como generalmente ocurre en estos casos, (aunque finalmente lo hace) ello ha marcado la obra de Christine Angot, como la novela publicada en 1999 L'Inceste que narra una relación incestuosa con su padre.
Hay cuestiones que aparecen en el libro que permiten vislumbrar la relación entre madre e hija, que aparecen después del reconocimiento, este párrafo podría servir de ejemplo
«En los años que siguieron empecé a atribuirle [a su madre] mis fracasos. La acusaba de no haberse cuestionado nada, de no haberse psicoanalizado más que tres años, de haber encontrado en mi padre a un culpable fácil, de no haber reflexionado sobre su propia responsabilidad en lo que me había ocurrido. En consecuencia, le aconsejé que no se sorprendiera de las dificultades por las que atravesaba nuestra relación. Le dije que yo era la víctima del egoísmo de ellos dos. Que en ese sentido eran parecidos. Preocupados únicamente por la mirada que cada cual dirigía al otro. Que la famosa foto sacada en el campo, en idéntica postura, apoyados en el mismo poste, lo atestiguaba. Que cada uno se había tomado por el espejo del otro. Que me habían sacrificado a eso.»
Finalmente y es raro en la películas hay un cierre, muchas veces queda a criterio del espectador esta interpretación, en este caso lo hace.
Es por demás complejo es la cuestión del abuso, dado la imposibilidad de verbalizarlo como generalmente ocurre en estos casos, (aunque finalmente lo hace) ello ha marcado la obra de Christine Angot, como la novela publicada en 1999 L'Inceste que narra una relación incestuosa con su padre.
Hay cuestiones que aparecen en el libro que permiten vislumbrar la relación entre madre e hija, que aparecen después del reconocimiento, este párrafo podría servir de ejemplo
«En los años que siguieron empecé a atribuirle [a su madre] mis fracasos. La acusaba de no haberse cuestionado nada, de no haberse psicoanalizado más que tres años, de haber encontrado en mi padre a un culpable fácil, de no haber reflexionado sobre su propia responsabilidad en lo que me había ocurrido. En consecuencia, le aconsejé que no se sorprendiera de las dificultades por las que atravesaba nuestra relación. Le dije que yo era la víctima del egoísmo de ellos dos. Que en ese sentido eran parecidos. Preocupados únicamente por la mirada que cada cual dirigía al otro. Que la famosa foto sacada en el campo, en idéntica postura, apoyados en el mismo poste, lo atestiguaba. Que cada uno se había tomado por el espejo del otro. Que me habían sacrificado a eso.»
Finalmente y es raro en la películas hay un cierre, muchas veces queda a criterio del espectador esta interpretación, en este caso lo hace.