Secuela espectacular para destornillarse de la risa, argumento sólido, ternura y situaciones hilarantes brillantemente creadas. La animación es increíble, el ritmo no decae nunca (salvo tal vez un poquito al final). Los personajes son ya todo un clásico del cine, especialmente el burro y el gato con botas, al igual que la saga.
Por qué con tantos puntos a favor no le puse un 10? pues bien, en primer lugar, la música parece más de una de las tantas pseudo-comedias adolescentes tipo "american pie", exceptuando las músicas ochenteras que sí están bien elegidas. También no me ha gustado mucho el final, un poco forzado y demasiado previsible tal vez.
A pesar de estos detalles, la película es para volver a verla en familia, solo, o como sea, diversión garantizada.