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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
9
Comedia Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, hace tiempo que proyecta introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, que está a punto de llegar a Berlín. Se trata de una díscola y alocada joven de dieciocho años, que ya ha estado prometida cuatro veces. Pero lo peor es que, eludiendo la ... [+]
30 de enero de 2008
59 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film nº 18 de Billy Wilder. El guión, de Wilder y Diamond, se basa en la comedia en un acto "One, Two, Three" (1930), del húngaro Ferenc Molnar. Se rueda en exteriores de Berlín y Munich y en los platós de Bavaria Studios (Alemania). Es nominado a un Oscar (fotografía). Producido por B. Wilder, se estrena el 15-XII-1961 (EEUU).

La acción tiene lugar en Berlín, en 1961. C.R. MacNamara (Cagney) es el director en Berlín oriental de una firma internacional de refrescos. Está casado con Phyllis (Francis). Un alto directivo de la empresa en Atlanta (EEUU) le encomienda el cuidado de su hija Scarlett (Tiffin) durante sus vacaciones en la ciudad, donde conoce al joven Otto Piffl (Buchholz).

El film es una comedia de pulso frenético. Desarrolla un relato de sátira política, social, familiar y del mundo de los negocios. La acción se mueve a un ritmo trepidante, que no da respiro al espectador. Envuelve la acción en una grata y convincente atmósfera de fantasía e irrealidad. El argumento estructura una historia sencilla, próxima y atractiva. Los diálogos son rápidos, ocurrentes y animados. Incluyen juegos de palabras, "gags" verbales y visuales, situaciones hilarantes. La comicidad es más directa y primaria que en otros films del autor. Se basa en ocultaciones de identidad (nazis que quieren disimular su pasado), confusiones de género, travestismo, referencias sarcásticas, servilismos interesados, desgracias ajenas, caídas, tropiezos, malentendidos, prisas, precipitaciones.

El realizador crea una obra sumamente divertida, ácida, punzante y arrolladora. La caracterización de los personajes opta por la caricatura: se definen en función de un rasgo diferencial básico (el joven idealista, el ejecutivo pragmático, la joven caprichosa, la mujer objeto). El reloj de cuco y los taconazos de Schlemmer (Lothar) cierran las escenas más cómicas. Wilder pone en solfa los estereotipos del comunismo y del capitalismo, desvela los puntos débiles de la familia americana, denuncia el afán de ganar dinero y las ambiciones de ascenso social y ridiculiza la aristocracia. Muestra el violento contraste que se da entre el idealismo del joven y el pragmatismo atroz de MacNamara. Son escenas memorables la del salón del hotel, el uso del rock-and-roll como instrumento de tortura, el "striptease" de Ingeborg, el soborno del guardia en la plaza de Brandenburgo. Se incluyen citas cultas (Shakespeare), cinéfilas ("Lo que el viento se llevó", "Espartaco"...). No faltan los puros, las carreras de coches, etc. La interpretación de Cagney (en su despedida) es memorable.

La música, de André Previn, aporta una partitura muy dinámica, rítmica y colorista. Añade fragmentos de la "Danza del sable" (Khachaturian), "Las Walkyrias" (Wagner), del rock "Itsy-Bitsy Teeny-Weeny". La fotografía, de Daniel L. Fapp ("West Side History"), en B/N y panavisión, mueve la cámara con extraordinaria eficiencia, ofrece con delectación los "gags" visuales y subraya con imágenes las sugerencias sonoras.
Miquel
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