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Western
Billy el Niño y Doc Holliday huyen del sheriff Pat Garret, que antes había sido su amigo. Los forajidos llevan consigo a la mestiza Río, que es la chica de Bill. Las peleas entre los dos amigos son constantes: cuando no es por los caballos es por Río. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2012
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo y último largometraje realizado por Howard Hughes (1905-1976) (“Ángeles del infierno”, 1930), empresario, productor de cine (“Scarface”, Hawks, 1932), ingeniero y aviador. El guión, de Jules Furthman (“Tener y no tener”, Hawks, 1944), Howard Hawks y Ben Hecht, desarrolla una historia de ficción inspirada en referencias históricas y legendarias de William Boney (“Billy el niño”) y sus amigos. El rodaje se inicia como un mano a mano entre Hughes y su amigo Howard Hawks, pero trascurridos unos 10 días se disgustan y Hawks abandona el proyecto. Poco después Hughes sustituye al director de fotografía y a otros técnicos de producción. Se rueda en escenarios naturales de California (Red Rock Canyon State Park), Arizona (Tuba City y Yuma) y Nuevo Méjico (Socorro) y en los platós de General Service Studios (Hollywood, CA) y de The Lot Studios (Hollywood). Producido por Howard Hughes y Howard Hawks para Howard Hughes Productions, los trabajos concluyen en febrero de 1941, pero por problemas con la censura la obra no se estrena hasta 1943. La primera proyección pública, en sesión de preestreno, tiene lugar el 5-II-1943 (San Francisco, CA). En España no se estrenó en el circuito de salas comerciales.
La acción dramática se desarrolla en la localidad de Lincoln (Nuevo Méjico) a lo largo de varios meses de 1880. William Boney (Beutel) entabla amistad con Doc Holliday (Huston), mientras ambos viajan a caballo hacia Fort Summer, huyendo del sheriff de Lincoln, Pat Garret (Mitchell). Doc y Billy se relacionan con Río McDonald (Russell). Billy, presumido y altanero, es joven, encantador, tiene aspecto de niño, es buen tirador y gusta a las mujeres. Doc es experto, afectuoso y de trato repetuoso. Pat es celoso, susceptible y vengativo. Río es guapa, muy atractiva y está dotada de una perturbadora sensualidad.
El relato desarrolla una historia de amistad masculina focalizada en los tres protagonistas. El punto de vista de la narración se presenta saturado de misoginia. Los personajes principales se enfrentan reiteradamente por un caballo, pero no lo hacen por la mujer, que emplean como moneda de cambio cuando les conviene. A la misoginia de los protagonistas se añaden toques reiterados de unas orientaciones sexuales ambiguas, tratadas siempre con respeto. Un humor abundante salpica los diálogos y la acción con referencias burlonas y de aguda socarronería. El humor sirve como medio para aligerar los diálogos prolongados y como instancia que ayuda a reforzar las manifestaciones de amistad de los personajes. Admirada por Sergio Leone, éste se inspira en la escena del tiroteo presidido por un reloj de cuco para la construcción de una escena similar en una de sus obras.
La acción dramática se desarrolla en la localidad de Lincoln (Nuevo Méjico) a lo largo de varios meses de 1880. William Boney (Beutel) entabla amistad con Doc Holliday (Huston), mientras ambos viajan a caballo hacia Fort Summer, huyendo del sheriff de Lincoln, Pat Garret (Mitchell). Doc y Billy se relacionan con Río McDonald (Russell). Billy, presumido y altanero, es joven, encantador, tiene aspecto de niño, es buen tirador y gusta a las mujeres. Doc es experto, afectuoso y de trato repetuoso. Pat es celoso, susceptible y vengativo. Río es guapa, muy atractiva y está dotada de una perturbadora sensualidad.
El relato desarrolla una historia de amistad masculina focalizada en los tres protagonistas. El punto de vista de la narración se presenta saturado de misoginia. Los personajes principales se enfrentan reiteradamente por un caballo, pero no lo hacen por la mujer, que emplean como moneda de cambio cuando les conviene. A la misoginia de los protagonistas se añaden toques reiterados de unas orientaciones sexuales ambiguas, tratadas siempre con respeto. Un humor abundante salpica los diálogos y la acción con referencias burlonas y de aguda socarronería. El humor sirve como medio para aligerar los diálogos prolongados y como instancia que ayuda a reforzar las manifestaciones de amistad de los personajes. Admirada por Sergio Leone, éste se inspira en la escena del tiroteo presidido por un reloj de cuco para la construcción de una escena similar en una de sus obras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
(Sigue sin espoileres/aguafiestas)
La sensualidad de Jane Russell, que debuta en cine, pese a la ausencia de imágenes explícitas de sexo, causó problemas a Hughes y a los distribuidores del film en EEUU y en el resto del mundo. En numerosos países se prohibió la película, que vista con ojos actuales resulta sumamente contenida y moderada. La famosa escena de Jane Russell tumbada sobre la paja de un establo destila sensualidad y erotismo en términos que hoy no escandalizan a nadie. En todo caso, el objetivo de la obra como medio de presentación y lanzamiento de la artista novel se cumplió con creces y esta tuvo ocasiones posteriores para demostrar sus dotes físicas e interpretativas (“Los caballeros las prefieren rubias”, Hawks, 1953).
La banda sonora, de Víctor Young, aporta una partitura centrada en variaciones sobre cortes de Tchaikovsky. Los créditos iniciales se dan acompañados de un fragmento de su Sinfonía nº 6 (“Patética”), que constituyen el tema de amor que se repite en varias ocasiones a lo largo de los 115 minutos de la cinta. El epílogo va acompañado de un fragmento de la Sinfonía nº 5 del mismo autor. Añade la balada tradicional “Trail to Mexico” y una pieza para piano que se oye en el saloon. La fotografía, de Gregg Tolland (“Ciudadano Kane”, Welles, 1941) y Lucien Ballard, crea una visualidad atractiva, con encuadres de gran profundidad y abundancia de planos medios que reflejan sentimientos. No faltan lances de humor visual y subrayados del trato discriminatorio que los protagonistas dispensan a la mujer, algunos de inspiración BDSM.
La película es interesante, aunque su visionado resulta fatigoso por la abundancia de diálogos, la escasez de escenas de acción y el tono básicamente monocorde de la narración.
La sensualidad de Jane Russell, que debuta en cine, pese a la ausencia de imágenes explícitas de sexo, causó problemas a Hughes y a los distribuidores del film en EEUU y en el resto del mundo. En numerosos países se prohibió la película, que vista con ojos actuales resulta sumamente contenida y moderada. La famosa escena de Jane Russell tumbada sobre la paja de un establo destila sensualidad y erotismo en términos que hoy no escandalizan a nadie. En todo caso, el objetivo de la obra como medio de presentación y lanzamiento de la artista novel se cumplió con creces y esta tuvo ocasiones posteriores para demostrar sus dotes físicas e interpretativas (“Los caballeros las prefieren rubias”, Hawks, 1953).
La banda sonora, de Víctor Young, aporta una partitura centrada en variaciones sobre cortes de Tchaikovsky. Los créditos iniciales se dan acompañados de un fragmento de su Sinfonía nº 6 (“Patética”), que constituyen el tema de amor que se repite en varias ocasiones a lo largo de los 115 minutos de la cinta. El epílogo va acompañado de un fragmento de la Sinfonía nº 5 del mismo autor. Añade la balada tradicional “Trail to Mexico” y una pieza para piano que se oye en el saloon. La fotografía, de Gregg Tolland (“Ciudadano Kane”, Welles, 1941) y Lucien Ballard, crea una visualidad atractiva, con encuadres de gran profundidad y abundancia de planos medios que reflejan sentimientos. No faltan lances de humor visual y subrayados del trato discriminatorio que los protagonistas dispensan a la mujer, algunos de inspiración BDSM.
La película es interesante, aunque su visionado resulta fatigoso por la abundancia de diálogos, la escasez de escenas de acción y el tono básicamente monocorde de la narración.