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Voto de Sabino (Diari Menorca):
5
Fantástico. Ciencia ficción. Acción Un Logan amnésico investiga su pasado en el mundo del crimen organizado japonés. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrentará al letal acero samurái, sino que además mantendrá una lucha interna contra su inmortalidad, que lo hará más fuerte. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2014
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‘Lobezno Inmortal’ (‘The Wolverine’, James Mangold, 2013). La segunda película de Lobezno en solitario, el x-man más carismático y querido por los fans, nos lleva al siempre poderoso e intenso Hugh Jackman hacia tierras del Sol Naciente, en una adaptación muy libre de la primera aparición del superhéroe en el cómic sin La Patrulla X, una Limited Serie escrita por Chris Claremont y dibujada por Frank Miller en el año 1982…Ligeramente aumentadas las prestaciones del desaguisado que fue ‘X-Men Origins: Wolverine’ (Gavin Hood, 2009), tampoco esta entrega logra los mínimos para equipararse a otros productos superheroicos de primera división como ‘Iron Man’, ‘Los Vengadores’ o ‘Thor’, pero entretiene lo suficiente al personal, que es a lo que se va, en definitiva…
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Para incondicionales del mutante más macarra.
(+) Jackman, la escena del tren bala y su ligero aroma a cine setentero de yakuzas.
(-) Framke Janssen, la funcionalidad de la propuesta y el nulo carisma del reparto nipón.
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LA FUGA DE LOGAN
‘Lobezno Inmortal’ (‘The Wolverine’, 2013) parte desde el final de la tercera entrega “convencional” de la saga de La Patrulla X, ‘X-Men: La Decisión Final’ (‘X-Men: The Last Stand’, Brett Ratner, 2006), momento en que Logan (Hugh Jackman) se ha quedado sin sus compañeros, a solas con sus fantasmas tras haber perdido a Jean Grey (Framke Janssen)…Un héroe abatido y melancólico, presa fácil de los remordimientos, refugiado en su particular hábitat montañoso del Yukon canadiense como un lobo taciturno que no quiere saber nada del mundo de los hombres… Un animal sin dueño y sin alma que, en una extraña huída hacia adelante, acaba en Japón, protegiendo a Mariko (Tao Okamoto), la nieta de Yashida (Hal Yamanouchi), un poderoso industrial al que Lobezno salvó la vida de joven en el fatídico día de Nagasaki en 1945… Entroncar la figura del (todavía no tan) carismático mutante a la cultura japonesa fue una brillante idea del mítico guionista Chris Claremont llamada ‘Lobezno: Honor’ (‘Wolverine’) que, junto al incipiente dibujante Frank Miller, combinaba los conceptos tan orientales de la lealtad y el honor con la clásica historia de caída y redención que, treinta años más tarde, sigue siendo una cima insuperable en el mundo de la viñeta…
LA MEDIANÍA DEL ARTESANO MANGOLD

Con tan brillante punto de partida narrativo, los guionistas Mark Bomback y Scott Frank tan sólo tenían que acariciar los lomos de la serie limitada de 1982 y transformar los dibujos en imágenes para modular un artefacto continuista y estratégico con respecto al personaje, pero con las facilidades industriales, artísticas y tecnológicas que se disfrutan ahora… Desgraciadamente, la mentalidad del artista hollywoodiense contemporáneo obedece a unos parámetros de elaboración que rigen la condición cinematográfica hacia medios más propios de la difusión y la propaganda que de la obra artística en sí… La complicidad del multifuncional cineasta James Mangold (un director de perfil absolutamente mediano, a juego con la producción que se maneja, of course) acentúa esa perspectiva del artesano actual norteamericano, cuyos conocimientos y habilidades técnicas están integradas en una sensibilidad oficiosa, manipulada desde ámbitos industriales y culturales ligados, intrínsecamente, a lo que Hollywood espera de su producto
CON EL ADAMANTIUM AL AIRE
Así, esta reacción ante el primer y fallido spin off de Gavin Hood acaba resultando algo insuficiente… Si la cinta de hace cuatro años, pervertía otro mítico comic de partida (el ‘Weapon X’ de Barry Windsor-Smith), ahora se desmitifica otro legendario tebeo en pos de los convencionalismos de la industria hollywoodiense… Apenas se adivina a ese Logan épico, de vida extraordinaria e intensa, que forcejea con las más básicas preocupaciones humanas, el amor, la identidad o la justicia (a excepción de los babosos episodios somnolientos con Jane Grey) y, a pesar de los esfuerzos por dignificar al personaje, en el film se explota en todo momento el sex-appeal de su estrella (Hugh Jackman es un Lobezno demasiado estilizado y simpático, en mi modesta opinión… Si Al Pacino tuviera 30 o 35 años menos, sería mi Lobezno perfecto)… Mangold se ha limitado a cumplimentar las burocráticas plantillas del blockbuster, ejecutando las escenas de acción con contundencia y templando al mínimo los interludios dramáticos, aunque se respira un original aroma a thriller setentero de serie B, con aquellos casposos y toscos agentes de policía occidentales liándose a mamporros con los yakuza de turno… Lo del ronin sin fortuna al que aspira se queda en un pretencioso ‘quiero y no puedo’… Como no espabile cinematográficamente, el ocaso del samurái Lobezno se hará realidad y dejará a Hugh Jackman con el adamantium al aire…
Sabino (Diari Menorca)
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