Increíble. Lo han vuelto a hacer. Se han superado a si mismos.
Los guionistas de esta infumable secuela de secuelas han conseguido el más difícil todavía: La han vuelto a cagar.

Mira que lo advertí ya en la cuarta entrega, pero está claro que no escarmentamos. Yo el primero, y por ello voy a cortarme las venas con el DVD de esta basura cuando salga a la venta. Lo juro.
Ni guión, ni interpretaciones, ni dirección ni hostias en vinagre. Simplemente improvisación cinematográfica de guionistas a los que les encanta reírse de la peña. Nosotros mientras tanto llenamos de dólares sus cuentas corrientes y les animamos a hacer una sexta parte.

Perfecto, que la vea su padre.