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Voto de borja murel:
5
Drama Charlotte es una famosa concertista de piano que ha estado tan volcada en su carrera que no ha visto a su hija Eva en siete años. Eva, que vive con su marido, un pastor protestante, y con una hermana gravemente incapacitada, mantiene con su madre una relación de amor-odio. Después de tantos años, Charlotte decide ir a visitarlos, pero el encuentro pronto se convertirá en un tenso duelo entre madre e hija. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2012
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que Bergman tiene su momento de mayor esplendor y cima artística entre los años 1953 y 1968, para mí sus mejores trabajos, los más innovadores, originales, atrevidos, bellos... después de ese periodo entra en una etapa en la que parece revisar los argumentos de sus obras anteriores intentando llevarlas un poco más lejos a base de fuertes golpes de efecto sobre el espectador.

"Sonata de Otoño" es una víctima de lo que acabo de exponer. "Como en un Espejo" ya trataba el abandono de una hija enferma por parte de un padre artista, aquí es al revés, la madre es la artista y la hija enferma abandonada son dos hijas (siendo una de ellas la enferma).

La película contiene brillantes actuaciones, grandes dialogos, una puesta en escena deslumbrante y dos grandes titanes juntas: Ingrid Bergman y Liv Ullman; pero a nivel de guión es más de lo mismo... Esta sensación la he tenido con muchos de los títulos (ojo, no todos) de Bergman a partir de los años 70 (casi con la llegada del color a su obra). "Gritos y Susurros" es una extensión de "El Silencio" adornada de época, "Sonata de Otoño" de "Como en Un Espejo", etc.. Si no has visto su cine anterior, disfrutarás de esta película como si se tratase de una obra maestra, pero si estás bien empapado de Bergman te puede sonar un poco al mismo plato con distinto condimento.

Quizás Bergman se vuelve más crudo con el paso de los años y sus películas se tornan más directas, más sobrias, menos crípticas y más dañinas, pero me quedo con la mágia de los títulos más clásicos... concretamente a partir de "Un Verano Con Mónica"... ahí empieza un ritmo ascendete e innovador película tras película que alcanza sus cotas más artísticas más y altas en obras como "El Séptimo Sello" o "Fresas Salvajes", más profundas y arriesgadas en "Los Comulgantes" o "El Silencio", y más innovadoras y psicológicas en "Persona" o "La Hora del Lobo"... y con el fin del Blanco y Negro se cierra la que es, para mí, la mejor etapa del director (sin desmerecer maravillas posteriores como "Secretos de un Matrimonio" o "Fanny y Alexander").

De todas formas no quiero quitar mérito a este gran trabajo, ya que ésta es tan sólo una apreciación personal. Mi problema es que creo que el brillante curriculum de Bergman pesa mucho sobre su propia obra.
borja murel
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