Hacer una película en un solo escenario, es tan difícil como estar corriendo con un vaso de agua y dejar que el agua caiga sobre el suelo. Lo digo porque para eso debes mantener al público entretenido durante todo el tiempo que dure la película, y mientras más dure, mas difícil se hace. Pero no por eso, no quiere decir que no se logre, y tenemos ejemplos claros, como es la muy excelente “Buried” de Rodrigo Cortes o “Carnage” de Román Polansky.

“Chained” no es del todo en un solo escenario, pero la mayor parte de la película la vemos ahí. En la casa del asesino. La trama es la siguiente: Un chico y su madre piden un taxi, este taxista es un asesino en serie, por lo cual mata a la madre del chico, pero deja al chico vivo para que este sea el que limpie el desorden de todas las mujeres que este tipo mate. La única forma de salir de allí, es matando a una persona. Todo esta bien, hasta que la película quiere darnos un toque de sensibilidad. Lo peor de todo es que mata a un gran grupo de victimas pero la policía no se ha topado con el tipo ni en lo mas cerca. Ni siquiera tienen pistas. Pero la trama no gira ahí, sino en el chico y el asesino. Las actuaciones están de maravilla, el escenario es tétrico y sombrío y la fotografía genial. Algunos juegos de cámara, no novedosos, pero que caen muy bien, hacen de la película una muy agradable (y sádica) historia. La psicología es lo principal, porque este hombre quiere crear a un asesino que lo acompañe, y el chico tiene un miedo psicológico hacia este asesino. Vicent D’Onofrio es totalmente increible.

Quien la vea, sabe que no va a ver una película de terror de calidad, sin embargo, nos olvidamos de los increíbles derrames exagerados de sangre, las torturas estúpidas y hasta de los asesinos sin sentido que últimamente han surgido de la nada.