El niño se convierte en adolescente, claro que por obra y gracia del cine, ya que en tiempo real solo pasaron 2 años entre la primera película y esta secuela, donde nos muestra a un Damien crecido, un adolescente que al contrario del niñito no da miedo, sino que por lo menos a mí me parecio de lo más insulso.
La película tiene una estructura similar a la anterior, casi igual, ciertas personas sospechan del mucahcho, otras no, quien lo cría empieza a investigar sobre su original, y bueno de a poco va descubriendo la verdad, mientras tanto se van sucediendo una muerte tras otra.
Lo más interesante son los asesinatos, y ese halo oscuro que tienen las películas de terror de los 70, pero poco más, es aburrida, y predecible, el final es un asco, por lo menos el de la original es más coherente, pero este simplemente ridículo.