El final me ha gustado, porque no es el tipico al uso, en plan "vamos a acabar bien que nos cuesta el mismo presupuesto". Acaba bien, pero deja la duda de a ver qué mas va a pasar con ellos. Aunque yo creo que les irá bien, porque son tal para cual. Al que veo mal es al abogado, que va a tener que pasar por su infierno personal para salir de esta.

Me quedo con una escena: la visita que le hace la MacDowell a Spader justo después de dejarlo con su marido. Son como diez minutos de metraje en el que los dos hacen un papel increíble, y en el que la chica acaba dandole la vuelta a la tortilla y pasa de ser observada, a ser observadora. Justamente lo que necesitaba el chico para salir del embrollo mental en el que estaba metido y pasar a su siguiente fase vital. Pero es una escena simétrica, porque antes él ya la habia curado a ella al hacerle abrirse delante de la cámara, y superar ese miedo a ser observada, a sentir, al sexo.

En resumen: una buena película para los amantes de los rollos psicológicos.