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Voto de Bobby Lee:
10
8,2
10.888
Drama
Rosaria y sus cuatro hijos (Simone, Rocco, Ciro y Luca) abandonan su tierra natal, Lucania (la actual Basilicata), para emigrar a Milán en busca de trabajo y oportunidades que les permitan mejorar sus condiciones de vida. Allí encuentran a Vincenzo, el hermano mayor, que trabaja de albañil pero que está relacionado con el mundo del boxeo. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2009
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soberbia la película de Visconti, una de los símbolos de la Europa del desarrollismo italiano, con la inmigración campesina hacia las ciudades industriales como telón de fondo. Sin ir más lejos, recuerda la historia de cientos de miles de familias que dejaron atrás su Extremadura, Castilla, Aragón, Murcia o Andalucía natales para ir a buscar un mundo mejor en nuestra España.
Para esos pobres seres que venían con la inocencia de la bondad a unas ciudades llenas de gente que les despreciaban y les miraban por encima del hombro, Visconti repasa las salidas que se les ofrecen.
Toda la película es, en cierto modo, como una parábola al revés. Los santos no logran nada con su sacrificio y su vida contemplativa. El mundo se arreglará con trabajo, estudio, y esfuerzo personal, y volviendo la vista a los más pobres para sacarles del pozo.
Técnicamente, la película es una maravilla; las interpretaciones, los planos, la expresividad de los actores; fíjense en los planos finales de Renato Salvatore, o en la supuesta inexpresividad de Alain Delon, que es, símplemente, una metáfora de la inacción del santo ante los problemas reales de la vida
Para esos pobres seres que venían con la inocencia de la bondad a unas ciudades llenas de gente que les despreciaban y les miraban por encima del hombro, Visconti repasa las salidas que se les ofrecen.
Toda la película es, en cierto modo, como una parábola al revés. Los santos no logran nada con su sacrificio y su vida contemplativa. El mundo se arreglará con trabajo, estudio, y esfuerzo personal, y volviendo la vista a los más pobres para sacarles del pozo.
Técnicamente, la película es una maravilla; las interpretaciones, los planos, la expresividad de los actores; fíjense en los planos finales de Renato Salvatore, o en la supuesta inexpresividad de Alain Delon, que es, símplemente, una metáfora de la inacción del santo ante los problemas reales de la vida
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Vicenzo, que por ser el mayor debería ser el sustituto natural de su padre muerto, y debería tomar su papel para aglutinar la familia en torno a la pétrea madre, fuerza vital de la Familia con Mayúsculas, es pronto anulado en ese papel por haber formado una nueva familia y por su egoísmo natural, pero así mismo por haber renunciado a las costumbres y la forma de vida de sus antepasados; en su tierra, la familia hubiera seguido unida, en torno a la madre, añadiendo como nuevos miembros a su esposa e hijo; en la ciudad, él se independiza, y lo deja bien claro cuando se niega a ayudar a Simone porque tiene otras responsabilidades.
Simone es el hombre bueno corrompido por la gran ciudad, el juego, el dinero fácil y los vicios. No es Nadia la que le corrompe, como cree la Madre. Nadia ya ha iniciado la cuesta abajo cuando conoce a Simone, pero aún tiene redención. Simone empieza a caer con Nadia, pero hubiera caído igual aunque no la hubiera conocido, y en su despeño hacia el abismo impide que la mujer pueda regenerarse y la arrastra con él hacia la tragedia.
Rocco es la salida de la bondad natura, la salida del sacrificio, de la santidad y de la otra mejilla. Es la salida que el cristianismo presenta como la salida buena, y en otra película triunfaría. Pero no en la vida real, ni en la película de Visconti. En "Rocco y sus hermanos", Rocco (soberbio Alain Delon) se sacrifica inútilmente, tratando de salvar a su hermano y a Nadia y, a su modo, es también en parte culpable de la tragedia. Resulta difícil saber qué hubiera pasado si Rocco hubiera dejado caer a Simone ante la villanía de lo que les hace a él y a Nadia, pero sin duda, al menos la mujer, podría haberse salvado.
La salida correcta para Visconti está en dos: en el estudio y el trabajo de Ciro, que se hace obrero especializado, se integra en la vida urbana, se enfrenta a Simone y es de suponer que puede lograr ser feliz con su novia en el futuro, y en la vuelta a la Tierra de Lucca, con una nueva experiencia, para sacar adelante las regiones más deprimidas.
La crítica de Visconti al cristianismo (ojo, que no a Cristo) es patente cuando vemos las últimas palabras de Rocco: "Todo se ha consumado" ¿No les suena?
Y respecto a Nadia, fíjense cómo se ofrece a Simone cuando se acerca para acabar con ella, alzando los brazos en cruz: ¿una identificación de la pecadora con Cristo, quien perdonaba a los pecadores?
Simone es el hombre bueno corrompido por la gran ciudad, el juego, el dinero fácil y los vicios. No es Nadia la que le corrompe, como cree la Madre. Nadia ya ha iniciado la cuesta abajo cuando conoce a Simone, pero aún tiene redención. Simone empieza a caer con Nadia, pero hubiera caído igual aunque no la hubiera conocido, y en su despeño hacia el abismo impide que la mujer pueda regenerarse y la arrastra con él hacia la tragedia.
Rocco es la salida de la bondad natura, la salida del sacrificio, de la santidad y de la otra mejilla. Es la salida que el cristianismo presenta como la salida buena, y en otra película triunfaría. Pero no en la vida real, ni en la película de Visconti. En "Rocco y sus hermanos", Rocco (soberbio Alain Delon) se sacrifica inútilmente, tratando de salvar a su hermano y a Nadia y, a su modo, es también en parte culpable de la tragedia. Resulta difícil saber qué hubiera pasado si Rocco hubiera dejado caer a Simone ante la villanía de lo que les hace a él y a Nadia, pero sin duda, al menos la mujer, podría haberse salvado.
La salida correcta para Visconti está en dos: en el estudio y el trabajo de Ciro, que se hace obrero especializado, se integra en la vida urbana, se enfrenta a Simone y es de suponer que puede lograr ser feliz con su novia en el futuro, y en la vuelta a la Tierra de Lucca, con una nueva experiencia, para sacar adelante las regiones más deprimidas.
La crítica de Visconti al cristianismo (ojo, que no a Cristo) es patente cuando vemos las últimas palabras de Rocco: "Todo se ha consumado" ¿No les suena?
Y respecto a Nadia, fíjense cómo se ofrece a Simone cuando se acerca para acabar con ella, alzando los brazos en cruz: ¿una identificación de la pecadora con Cristo, quien perdonaba a los pecadores?