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España España · Zaragoza
Voto de Bobby Lee:
1
Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2007
50 de 158 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí estas películas me parecen un bodrio. Y ¿por qué?

El cine, básicamente, es contar una bonita o interesante historia de una manera más o menos creíble (ahí entra la fantasía) con unas buenas interpretaciones por parte de los actores, una buena fotografía, unos buenos decorados,, un buen atrezzo, efectos especiales, etc.

Las canciones son otra cosa: hay que tener buena voz, ritmo, coreografía, etc.

En las películas musicales de los años 50 y 60, tenemos una historia pobrísima, escrita en función de las canciones, que además no aportan nada al desarrollo argumental, y, si no se lo creen, piensen en que aún estando en inglés sin subtitular, no te pierdes nada de la historia. Los actores, casi siempre, tampoco lo son, son bailarines y coreógrafos, y se les nota.

Así que voy al cine y ¿qué me encuentro? Si elimino las canciones no tengo más allá de cuarenta minutos de una historia sin ningún interés ni ilación, que parece sacada de "Testimonios" de la Sra. Francis. ¿Que la música es buena? Vale, ya me compraré el disco. Pero ésto no es cine.

El título de mi crítica recuerda una vez en que Garci, tras poner a parir a una película rusa sobre la caída de Berlín porque "no era verosímil" (lo era mucho más que cualquier película americana que se haya rodado jamás) se puso a hablar del género musical ensalzándolo mientras le caía la baba. Se ve que el subirse a una mesa de restaurante a cantar, o ir en trío, disfrazados de marinero, bailando por las calles, ocurre habitualmente en la realidad.

Otro ejemplo de verosímil para Garci:

Las películas bélicas americanas que transcurren en un submarino, y, donde en lugar de vivir el claustrofóbico y asfixiante ambiente que se vive en los submarinos de verdad y se retrató en "Das Boot", los marineros se pasan el viaje cantando y bailando.
Bobby Lee
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