Un trabajo y un destino, un roce, personas sin vida se encuentran en la sinceridad de la naturaleza, disputas en el desayuno y cena de judías para intimidar en la oportunidad del pecado, la de sentir una pasión: "-yo no soy marica... -yo tampoco", una relación que comienza como método de descarga, pero encontrando la paz aparece el amor, ese que hunde a los personajes, su pasado era oscuro pero ahora no hay futuro, tomar diferentes direcciones y soportar es complicado, el contacto, el escape, están marcados... qué hacer?

Una pregunta respondida desde el principio, no hay trampas en este drama, están atrapados hasta que vuelvan a comer judías, nunca comieron truchas, en ocasiones parece dejar libre al dúo en la improvisación, la película entera está inspirada porque tiene claro que la búsqueda de la alternativa será ineficaz, como su protagonista, habla poco pero habla claro, nunca bailarán con sus mujeres, sólo queda aguantar hasta que se aguante, con lo que se tiene y con lo que se necesita.