Una exhibición del tuning con sobrecarga de nitro y de campeones tatuados, ya que por encima de todo esta película es chulería barata, habla de pasta y de respeto, pero no se logra mover ni en el mundo de los coches ni en el de las bandas, ni ya voy a nombrar lo que me parece el film como un policíaco, tampoco sería justo con el propósito principal de la industria.

"A todo gas" sale tan poco a la calle real que hasta su banda sonora es mediocre, pero para mediocre un guión basado en te salvo el culo y soy tu amigo, rompo mi coche pero somos amigos, mujeres hormonantes, el payaso de Ja Rule y coches chivatos aparcados en la puerta de casa, no sé si tenían comprada a la policía del barrio.

Una hermandad que forma parte de un mundillo que viene contado para niños, para niñatos, aún para los amantes de las cilindradas viene siendo una chorrada, el tuning podría llegar a ser una religión pero aquí más bien es un chiste, falta el respeto de este arte urbano al relacionarlos con el crimen, eso sí, tiene unos buenos piques videocliperos y una acción única.