Curiosamente el mismo año que llegaba 'E.T. El extraterrestre' (1982) a nuestros cines, también llegaba esta película sobre invasiones alienígenas que está en las antípodas de la anterior. Mientras E.T. era un ser tierno y entrañable del que era casi imposible enemistarse, aquí tenemos un ente que asusta sólo con la sospecha de su presencia. Unos efectos especiales que para la época eran excepcionales, y que aun hoy siguen siendo admirables, pusieron el terror alienígena en escena marcando un antes y un después en el cine de terror y dejando algunas de las escenas más icónicas del cine de los 80.

Carpenter dirige magistralmente esta película dando el mayor protagonismo a un ente que en ningún momento vemos su forma original, lo que infunde aun más miedo, pues puede estar en cualquier sitio y en cualquiera. Es sorprendente la atmósfera de terror que consigue el director y que mantiene una gran tensión durante toda la película sin decaer en ningún momento.

Russell tuvo aquí uno de sus papeles más memorables, pero como he dicho antes, siempre por detrás del auténtico protagonista, La Cosa, porque encima no sabemos nada de él, de dónde viene, qué quiere, cómo se llama,....

En fin, una película de culto por la que a pesar de los años, sigue estando perfectamente vigente para aterrorizar a las nuevas generaciones de una forma magistral, sin tener que recurrir a complejos ni sofisticados efectos de CGI como en la actualidad.