Extraño híbrido entre cine del oeste y fantástico, que no es que sea aburrida, pero sí que muestra más ruidos que nueces.
El resultado fue que ni siquiera se estrenara en los cines comerciales de muchos países. Y eso que tiene abundantes efectos especiales (en algunos momentos demasiados), intérpretes famosos o al menos conocidos (en el año del rodaje del filme, luego algunos de ellos han ido a mucho más como Brolin y Fassbender, y otras casi han desaparecido, como la buena de Fox), y una elaborada pero un tanto aleatoria puesta de escena.
La cosa es que no funciona del todo, dejando un regusto en la boca a película fallida.
No obstante, se reconoce (o más bien se debería reconocer) el intento, pero no convence.

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