Buena película francesa, que obtuvo varias nominaciones a los Césares de Francia, entre ellos el de mejor actor para el también realizador de otros trabajos, Guillaume Canet, aquí excelentes en su difícil papel.
Compone un personaje que pone los pelos de punta, sobre todo en la larga, angustiosa y difícilmente soportable escena del coche con la chica a la que ha recogido haciendo autoestop.
Un film bien dirigido por Cédric Anger, con gran tensión dramática, estimables escenas intimistas y una composición formal elegante.
La puesta en escena es la más adecuada, con excelente fotografía con unas tonalidades cromáticas que le dan un componente duro en las escenas de noche, en medio de parajes angostos, que tienen su gran importancia también en el devenir de la historia.
Gusta, aunque haga pasar mal en algunos momentos y tiene una duración casi perfecta, aunque de nuevo le hubiera cortado yo diez minutos o así, para hacerla simplemente algo más ligera, sin más.

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