Tarde de sábado, me apetece ver una de esas películas en las que no tenga que implicarme mucho, de las que no me requieran mucho esfuerzo de concentración, de las que no me hagan pensar demasiado y, a pesar de ver que en ella aparece mi odiada Eva Longoria Parker (por dios, con lo super mega orgullosa que está ella de su maridito jugador de la NBA), me atrevo con esta pequeña película de un desconocido Jeff Lowell. La película es muy flojita, no da más de lo que se espera de ella, casi ni llega a lo que se espera, y me reafirmo en lo que pienso de esta chica, no puedo estar más de acuerdo con otro de los usuarios, pienso que la Longoria es una de las mujeres más engreídas que te puedas encontrar, junto con otra que tampoco se queda atrás como es la gran Jennifer López, dos que van de auténticas divas y que dan vergüenza ajena de lo patéticas que son, aunque hay que decir en favor de López que actúa algo mejor que la Longoria. La preciosa Eva simplemente se interpreta a ella misma aquí, su actuación es muy pobre. Mi defendido Paul Rudd se contagia de la sosería de su compañera de reparto y nos deja unas de sus interpretaciones más desganadas y la tercera en discordia, la poco a poco popular Lake Bell, está pasable. En poco tiempo ya la he visto en un par de películas, la primera de ellas fue "Algo pasa en Las Vegas", y la chica es divertida, pero parece ser otra de esas actrices que se van encasillando en papeles de amiga graciosa, veremos qué nos trae en futuras producciones. Lo mejor de la peli para mí, sin duda, es Jason Biggs, actor que me gusta mucho y que saca petróleo de donde no hay nada.