Tras la guerra, la labor de los miembros de la Administración USA fueron motivo de este tipo de películas, ocupándose ésta en particular de los funcionarios de Exteriores, los diplomáticos. La acción empieza como un documental señalando cómo se instruye concienzudamente esta gente, pero no es un documental, la película se muestra ágil, pasa deprisa, con un argumento creíble para lo que es el caso, situándonos en una provincia norteña de China. Plantea una intranquilidad que será la de la familia de diplomáticos estadounidenses en cuanto tienen que vérselas con un numeroso ejército de mongoles a caballo. Aquí destacar lo mejor de la película, las figuras del comandante mongol y su coronel haciendo la guerra en una auto caravana. Admirable el papel que hacen los dos de sádicos asesinos orientales, lo muy conseguido que están, con un jugoso juego dialéctico para mostrar su insistente desprecio a los pobres americanos.
Ya podrán.