Me ha faltado alguno y me han sobrado.

Me han sobrado tiros en la espalda del marido de Jane que al final, después de tanta historia, no dicen cómo ocurrieron. Si fueron 8, sobran 6 ó 7. Pero bueno, te puedes creer que los lleve encima hasta casa.

Me han faltado tiros para los colegas de la banda de Bishop cuando llegan a la casa. Eso de eliminar de golpe casi a todos de una explosión es trampa. Parece mentira que siendo una película americana, con la de años que llevan haciendo Westerns, nos hayan privado de un buen intercambio de tiros. Tenían que haber hecho una americanada, pero claro, cómo luego salen por ahí los críticos pedantes diciendo que es una “americanada” tanto tiro, pues se han privado un poco de hacerlo y han metido tiempo muerto contando minucias. Error garrafal. Cuando una película sea americana, pues que sea americanada, que mola, y no japonesada, rumaní o cualquier otra cosa de mal gusto.

Yo quería tiros y al final me he tenido que contentar con el primero que pega Natalie (muy bueno directo al melón de uno de la banda), los que pega el marido en el burdel (muy logrados y justos del todo) y los que se lleva el panoli del anteojo (por derecho); que me ha hecho gracia porque es que lo veías venir, se estaba poniendo nervioso hasta su caballo ¡qué tío más pelma!

Si no es por esa escasez en un tema como éste, la nota de todos hubiera subido.