Preston es un agente del Gobierno inglés que no cae bien a sus jefes. A los compañeros sí; suele pasar. Atraviesa un momento jodidamente malo. Tiene un hijo. Va al trabajo en metro. Como vea en el metro a un par de gilipollas de esos que se entretienen dando el coñazo a los demás, esos que se amparan en la cobardía de todo el mundo para abusar de muchachas indefensas, los suelta dos hostias rápido y sin mediar palabra.

El Cuarto Protocolo se ve que es una novela de espías adaptada por lo que disparatada acción no tiene, una novela de este estilo de espías lo que ofrece es intriga y algo de tensión por lo que aquellos que se imaginan que van a ver un toma y daca sin parar, deberían empezar a resolver misterios como los espías y a saber distinguir. Las películas de espías tienen eso, mucho de "intríngulis" y ésta lo ofrece sin duda alguna. El planteamiento no puede ser mejor y la película no lo estropea en ningún momento.

Buen inicio del asunto y desarrollo trabajado y coherente. Un sólido film de género que no ha perdido enteros desde entonces por su estupenda puesta en acción, con un incipiente Pierce Brosnan a la par de la siempre eficaz Joanna Cassidy, deslumbrante. Y por supuesto, Michael Caine, ese agente inglés perenne, ya sea Preston o Palmer, que alguna vez pudo, o debió, ser Bond. En fin, película maestra del género de espías.