Acto seguido de ver ‘La casa de la esperanza’ recuerdo alguna Cita Profesional que decía que esta película sólo llegaría a los Animalistas. No estoy, aun considerándome medio Animalista, de acuerdo. A la persona menos sensible que se precie de serlo le enternecerá ver primero, cómo un elefante hembra, después de parir, tiene que ser ayudada por el hombre, en este caso la mujer, al no romperse bien la bolsa amniótica. Y a continuación ver deambular a una llama desesperada y un pequeño canguro, por las calles de Varsovia después de los Bombardeos de la Alemania Nazi. En un destacado montaje en que conviven toda clase de animales, con el hombre.
Jan y Antonina (Jessica Chastain) Zabinski, son marido y mujer propietarios del Zoo de Varsovia. Que pasan del verano de mil novecientos treinta y nueve, a albergar, entre otros animales a jirafas, simios, tigres, rinocerontes y loros, a meses después llegar la Guerra y tener que conformarse con exhibir a Cerdos. Con la ayuda del zoólogo Alemán, Lutz Heck quien piensa que con un Bisonte y una vaca podría revivir a la extinta raza de los Uros, en lo que fue una de las muchas fantasías Nazis.
Y esque lo que diferencia a ‘La Casa de la Esperanza’ del manido tema cinematográfico del Nazismo y Holocausto, de otras películas, es que los personajes son, o fueron reales. Combinando, aparte del tema de los Animales, varios temas. Cómo son la sublevación nacional Polaca, la reclusión judía y el periodo de entre guerras; del antes y el después de, en este caso, la Segunda Guerra Mundial. Temas narrados con mimo y pasión en esta buena cinta donde, una vez más, Jessica Chastain despunta.
Seis alto. Pero no le doy el siete porque como ya he dicho antes la temática es muy socorrida y el film se te hace algo largo