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Voto de Antonio Morales:
7
Thriller. Intriga El agente de la Interpol Louis Salinger (Clive Owen) y la Fiscal de Distrito de Manhattan Eleanor Whitman (Naomi Watts) se proponen llevar ante la justicia a uno de los más importantes bancos del mundo. Destapando una miríada de actividades ilegales, Salinger y Whitman siguen el rastro de operaciones financieras que se llevan a cabo desde Berlín a Milán, desde Nueva York a Estambul, en una persecución de alto riesgo a nivel ... [+]
23 de febrero de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más atractivo de este thriller conspiratorio, sin duda, es su originalidad en el diseño de producción, la arquitectura y el arte, no es casual que el “climax” del film se desarrolle en el Guggenheim Museum de Nueva York. Excelentemente rodado con una espectacular coreografía de la violencia en toda su crudeza. Un thriller pleno de tensión donde la delincuencia es de cuello blanco y trajes de dos mil dólares, coches caros y edificios de ensueño, donde no se habla de dinero sino de deuda como arma de control de influencias, en un mundo globalizado por corporaciones con mucho poder, incluso por encima de las leyes internacionales que cambian gobiernos y manejan la influencia geoestratégica, es el mundo en que parece que vivimos actualmente.

Tom Tykwer, el director alemán de “El perfume” nos ofrece un film tan extraño como estimulante y sobre todo, nunca nos deja indiferente. El film se abre con un primer plano del detective de interpol Louis Salinger (un estupendo Clive Owen). En su mirada y rictus se encuentra definido no sólo el personaje sino también gran parte de la atmósfera del film, una suerte de melancolía y tristeza, aunque las escenas de acción puedan aliviar esa sensación. Sirviendo además para ilustrar esa lucha sin esperanza del detective junto a Eleanor (Naomi Watts), ayudante del fiscal de N.Y. contra esa corporación bancaria IBBC con sede en Luxemburgo que articula la película.

Salinger es un idealista honesto, harto de las trabas burocráticas para luchar contra este tipo de organizaciones que no dudan en contratar a sicarios si alguien pone en peligro sus planes. El film narra el itinerario moral del protagonista absoluto, pues Eleonor como otros personajes secundarios se van descolgando de la trama, que deberá decidir si cambia de estrategia legal por otra menos oficial. Resulta sencillo encontrar referentes del cine actual, como la trilogía de “Bourne”, cambios constantes de ciudades y parajes atractivos (Luxemburgo, Berlín, Milán, Estambul, Nueva York), sin embargo el tono del film parece recurrir más a las atmósferas del cine conspiratorio de los años 70 que al cine presente, aunque el “look” es totalmente actual.

En estos momentos en que la desconfianza hacia los bancos ha aumentado, debido seguramente a la crisis económica que padecemos (desahucios, comisiones abusivas y favores gubernamentales), la película surge de forma casi premonitoria, manteniéndose actual por los oscuros manejos que algunas de estas corporaciones mantienen (paraísos fiscales, blanqueo de capitales, etc.) blindadas en su opacidad. Todo ello hacen que el guión sea atractivo y la puesta en escena muy adecuada a la trama de alto “standing” que muestra. Si el film es el itinerario moral de Salinger, también es cierto que posee unas formas físicas muy concretas para albergarlo, tanto las ciudades con su arquitectura, como los museos con su arte, clásico como el museo Jüdisches de Berlín y moderno como el Guggenheim.
Antonio Morales
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