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Voto de Antonio Morales:
9
Musical. Romance Adaptación de un musical basado en una novela de Margaret Landon. En 1862, Anna Leonowens, una institutriz inglesa, llega al palacio real de Siam para hacerse cargo de la educación de los hijos de un autoritario monarca, quien, cautivado por su gran personalidad, la convierte en su confidente (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo honrosas excepciones – que las hay –, el cine musical no ha gozado, en general, de las preferencias del público, ni tampoco de la crítica, empeñada en ignorar (incluso despreciar) un cine que, por sus características, puede considerarse algo muy parecido al espectáculo total. La comedia musical, en este caso, consigue con la música, la danza, el movimiento y el color, transformar el realismo de lo inmediato en un mundo donde la imaginación y la fantasía imponen su ley.

Si Rex Harrison será recordado por los amantes del cine, esencialmente, por el profesor Higgins del musical “My Fair Lady”, Youl Bryner “El divino calvo”, ha pasado a la posteridad por encarnar al monarca siamés de “El rey y yo”, ganando el Oscar de la Academia por su inolvidable actuación. Cuando fue elegido en 1951 para dar la réplica a la legendaria Gertrude Lawrence en el estreno de la obra en Broadway, todos apreciaron que Bryner le daba al personaje esa fisicidad salvaje y tosca a la vez que transmitía un aire de nobleza primitiva en su mirada, refugiándose en su orgullo para esconder sus debilidades. Por otro lado, fallecida la protagonista teatral, la Fox se decidió para esta gran superproducción por una actriz como Deborah Kerr, que guardaba la elegancia británica y tenía un aire romántico sin perder su elegancia femenina.

El film, es una comedia musical de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein, la mejor versión (ha habido varias pero muy inferiores) realizada jamás sobre la biografía de Anna Leonowens, escrita por Margaret Landon con guión del gran Ernest Lehman. La acción del film – que no solo se compone de canciones más o menos afortunadas – se sitúa en 1862, en el lejano reino de Siam, actualmente Thailandia, en un buque procedente de Gran Bretaña llega a Bangkok una atractiva viuda, Anna Leonowens (esplendida Deborah Kerr) con su hijo Louis, un niño de corta edad. La misión de la dama que ha sido contratada por el monarca, es educar y occidentalizar en cierto modo a sus hijos y mujeres que son abundantes según la cultura del país. Aunque de entrada la convivencia entre la institutriz y el Rey (Bryner) no resulta fácil, pronto descubrirá Anna que tras la apariencia de hombre rudo y violento se esconde un ser sensible y dominado por nobles sentimientos, en el fondo no es tan distinto de cualquier hombre normal.

Con esta excelente historia Walter Lang nos traslada a un mundo exótico lleno de color y fantasía como comedia musical legítima, bañado de un sutil sentido del humor. Los números musicales son excelentes con canciones como: “I Whisle a Happy Tune”, “Hello, Young Lovers”, “Getting to Know You” o “Shall We Dance”, son de una gracia y elegancia, poco menos que magnética, que forman parte de la historia del musical. Gozando de una fascinante fotografía del gran Leon Shamroy, filmada en un espectacular cinemascope. La puesta en escena es fastuosa y transmite esa aura de exotismo que tiene oriente y su cultura milenaria. Una comedia musical grandiosa e irrepetible que guardo entre mis favoritas.
Antonio Morales
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