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Chile Chile · Santiago
Voto de KRIVO:
8
Drama. Acción Segunda Guerra Mundial, año 1943. El comandante del campo de concentración de Gensdorff (Max von Sydow), que antes de la guerra había formado parte de la selección alemana de fútbol, se interesa por un grupo de prisioneros que practica este deporte. Se le ocurre entonces la idea de organizar un partido en el que se enfrenten una selección alemana y una selección formada por prisioneros de guerra. Aunque al principio los aliados rechazan ... [+]
14 de febrero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Fuga a la Victoria" (con este nombre estrenada en Sudamérica) la considero un notable divertimento, sin mayores pretensiones cinematográficas, aunque dentro de los cánones de una súper producción. No hay que analizarla como cine bélico-histórico o carcelario. Ni desde la perspectiva del fútbol, técnicamente hablando. Si así se hace, la película del renombrado John Huston tiene algunos reparos (que dejo en spoiler).
Creo que debe enfocarse como un admirable producto de entretención, con una trama ficticia, aunque con la referencia histórica del llamado "Partido de la Muerte" de 1942. Éste se jugó entre un combinado de ex jugadores del Dinamo y el Lokomotiv de Kiev (el FC Start) y un equipo de oficiales y soldados nazis (el Flakelf), ocurrido en el Zenit Stadio de la capital de Ucrania. Las tribunas estaban ocupadas por oficiales nazis y las galerías, por miles de ucranianos, custodiados por alambres de espino y cientos de soldados. Pero el desenlace fue muy distinto al de la película (spoiler).

La cinta de Huston es una de las mejores películas -si no la mejor- con el fútbol como protagonista.
De magnífica factura y muy entretenida, está orientada a pasar un rato agradable y si el público es aficionado al deporte del balón, mejor aún. Presenta un formidable comienzo y ambientación de época, escenas ferroviarias, de túneles, intentos de fuga y el mismo campo de prisioneros, que recuerdan claramente a la inolvidable "El Gran Escape".
Una analogía: en aquel clásico del '63, el espectáculo máximo de la película es la huida en motocicleta de Steve Mc Queen. Aquí, es el partido de fútbol y un gol de antología de Pelé.

Espléndida banda sonora a cargo de Bill Conti (con reminiscencias de Shostakovich se ha dicho por ahí), con los énfasis y matices adecuados según las diferentes escenas. Destaco también los buenos diálogos, con tono de seriedad, entre los dos antagonistas militares, de sólidas interpretaciones ambos. Michael Caine, como el oficial inglés que hace de entrenador y capitán del equipo de fútbol aliado (aunque excedido en kilos para ser un futbolista que "solo ha interrumpido su carrera por culpa de la guerra") y Max von Sydow, como el mayor alemán, también ex-jugador, quien muestra su entusiasmo futbolero, primero con la idea del partido y después al persuadir a los altos jerarcas nazis para realizar el famoso match contra los prisioneros aliados. Son los propios jefes nazis quienes deciden llevar el partido a París y utilizarlo como elemento de propaganda.
O las conversaciones por separado de Colby (Caine) y de Hatch (Stallone) con los líderes del comité de fugas, discutiendo el tema del escape.
Por otra parte, llama la atención el momento con los prisioneros-jugadores que vienen de Europa Oriental, en precarias condiciones físicas, a integrar el combinado aliado. Se logra ahí un buen chispazo de dramatismo y elementos para la reflexión.

Pero -cómo no- el alma de la película es el partido de fútbol. Se disfruta en grande con las escenas deportivas, bien coreografiadas, salvo alguna excepción por ahí (atribuible a los códigos del cine comercial, tal vez), y dirigidas a la más genuina entretención. Si lo enfocamos como puro espectáculo y somos generosos, le damos credibilidad al encuentro. Indudablemente tiene gran ritmo, con un público entregado y un clima de emotividad, que va en aumento hasta el apoteósico final.
Los jugadores no actúan (aunque Pelé se esfuerza y tiene unas líneas de diálogo), porque ese no es su rol y así hay que entenderlo. Ellos están en la película para lucirse en lo suyo, con la pelota en la cancha. Y es en su oficio donde hacen su gran aporte. ¿O alguien pretende que, en lugar de jugadores de fútbol reales, hubieran puesto a actores jugando al fútbol? ¡Por favor! Mejor no hacer la película.

En ese sentido, la principal atracción es, sin duda, ver en acción al considerado todavía -por muchísimos aficionados, incluyéndome- como el mejor futbolista de todos los tiempos, el brasileño Pelé. Pese a estar retirado del profesionalismo al momento de la filmación, muestra un buen estado atlético y futbolístico. Llena la pantalla con algunas filigranas propias de su magia futbolística y un gol de chilena, muy bien filmado. Otros que destacan son el movedizo y hábil argentino Osvaldo Ardiles, aún activo por esos años (gran jugada para otro golazo), el defensa inglés Bobby Moore, que se despacha su golcito después de una bien urdida acción de su equipo, el técnico mediocampista polaco Kazimierz Deyna, el delantero belga Paul van Himst y varios más. Y es por eso que se hacen muy evidentes las carencias futbolísticas de Stallone y de Caine, al ser los dos únicos "jugadores" del equipo aliado que no eran futbolistas en la vida real.
¿Stallone de arquero? Un chiste, pero claro, debía ser incluido en el equipo, ya que estaba implicado en el plan de fuga. Ellos, junto a Von Sydow, son las estrellas cinematográficas de la cinta. Stallone, cumple una más que correcta interpretación (hasta carismática), ámbito en el que esas dotes siempre le han sido esquivas.
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He visto la película un par de veces, y de nuevo ahora último con mis hijos en edad escolar, y le perdono algunos errores y cierta atmósfera de ingenuidad en determinados momentos. También ellos se han entretenido de lo lindo con la cinta y vibrado en la última media hora y con ese conmovedor y épico final, bajo los sones de la inmortal Marsellesa, con 50.000 espectadores cantando a todo pulmón.

Aunque dicen que no sabía nada de fútbol, John Huston tenía que aprovechar ese plantel de grandes jugadores en la cancha e hizo lo que sabía hacer muy bien y lo correcto. Filmar con solvencia y pulso firme una atrayente historia, enfocándose en el cine como espectáculo, logrando ficcionar un partido emocionante y para el recuerdo.
Por eso mi puntuación de 8, por este producto de entretención muy bien realizado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
KRIVO
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