¿Qué se ha fumado el que pensó que hacer una película sobre una tontería de tradición de un par de chalados iba a importarle a alguien?
Hacía mucho que no me tapaba con el cojín mientras veía una película, no por miedo, sino por vergüenza ajena.
¿Cómo estos actores se han prestado a hacer el tonto así? ¡Que casi todos tienen un cierto prestigio!
¿Dónde están las carcajadas que se prometen?
Es como si ahora te bajas a la calle y ves a unos cuantos cuarentones jugar al "pilla-pilla" por las calles, y no solo eso, tirándolo todo, haciendo como si sus vidas les fueran en ello...pues eso, ninguna gracia te haría, la misma que hace esta película.
Si lo que pretende es ensalzar el valor de la amistad y que gracias a ese juego absurdo siguen manteniéndola a pesar de la distancia y el tiempo, pues no cuela. En pleno siglo XXI existen los teléfonos, las videollamadas, los encuentros por cumpleaños y navidades...hasta los "amigos invisibles" parecerían tradiciones más adultas que esta historia.