Lo último de Ben Wheatley es un film de terror de bajo presupuesto con un claro homenaje a aquellas películas de terror de finales de los 70 (Phantasm, Without Warning...): ese uso de sintetizadores en la banda sonora, ese guion que te descoloca cada vez más, esas referencias lovecraftianas en la historia, un terror basado en escenas de videoarte... y un final para hacerte pensar, discurrir y analizar lo que te ha contado.

Y es que en un mundo post pandémico (acaban de salir de la tercera ola) la Naturaleza como tal, como ente, tiene la última palabra: arboles, esporas, niebla... y un monolito al acecho. Muy buena la dirección de Ben Wheatley, un acertado gore en momentos necesarios y unos actores creíbles en sus papeles. Acabará siendo película de culto.