Los años ochenta, su música y una historia gay con muchos personajes, algunos sin definir como marionetas de un guiñol.

Presenta escenas cuidadas (las menos) filmadas con cierto primor, aunque la gran mayoría se alojan en lo convencional. Una nota rozando el ocho me parece excesivo... no es que no me haya gustado, por supuesto que de alguna manera la disfruté, aún admitiendo sus evidentes fallos.

La subtrama del sida, tan presente durante aquella década, imprime una nota triste, tal vez por el tratamiento que la serie hizo de la enfermedad. Considero que aporta poco, en la actualidad, ofreciendo una visión bastante trillada. Tal vez si se hubiera alojado en la parte emocional, la lucha del colectivo, que tan solo roza, me habría resultado mucho más interesante.

La nota que le daría un 5,5. He optado por la mas baja.