Y sí, que más podemos decir de esta comedia mágica - clásica - histórica - inigualada. Con cada nuevo visionado uno va descubriendo lo cercano a la perfección que estuvo Billy Wilder en "Some like it hot". La precisión del tempo narrativo, el perfecto equilibrio entre una comedia disparatada y una persecución de gangsters en plena ley seca. Si uno se pone a pensar un poco cae rápidamente en la cuenta que podría haber sido un verdadero desastre. Pero cuando en el cine se combinan un buen director, un buen guión y magistrales actuaciones como las de Curtis pero, sobre todo, como las del binomio Monroe-Lemmon, uno alcanza márgenes de perfección que definen una obra maestra. Y mi crítica adquiere un valor especial en razón de que es el género de la comedia el que menos me llega y con el que he sufrido mayores desilusiones a lo largo de los años. Pero, cada vez que veo de nuevo "Con faldas y a lo loco", me río más y me divierto mucho más. Párrafo aparte para Marilyn Monroe que, una vez más, cuando aparece en escena, todas las luces, todas las miradas se dirigen a ella: sin duda su mejor película y su más brillante actuación. Una mención final para el gangster venido a menos, el querido "Spats" Colombo: un George Raft que nunca pudo haber estado más oportuno para ponerse nuevamente el traje de gangster: ese traje que por desechar en el pasado le hizo perder oportunidades históricas como cuando no quiso actuar en "High Sierra" abriéndole el camino de la gloria para el Gran Bogie. Y sí, como los buenos vinos, cada año que pasa, "Some like it hot" está mejor !!!