Buena adaptación de la novela homónima y muy fiel a su espíritu y a su ambientación.
Jane Eyre es una niña huérfana y despreciada por los parientes que la han acogido de mala gana, los cuales terminan enviándola a una pobre escuela para chicas huérfanas, en la que las condiciones de vida son precarias y que es gobernada por personas de corazón duro. Pero Jane es una chica fuerte mental y físicamente. Debajo de su apariencia tranquila, esconde un carácter fuerte y una voluntad difícil de doblegar. Vivirá en el colegio los años suficientes para aprender la profesión de maestra. Ella decidirá salir al mundo y publicará un anuncio en la prensa, ofreciéndose como institutriz.
Será contratada en la casa de un aristócrata, llamado Edward Rochester, un hombre enigmático. En la casa suceden algunas cosas extrañas.
En un ambiente en el que conviven lo austero y lo espléndido, dotado de cierta magia y de encanto, de sombras y tenebrismo al puro estilo gótico-romántico, Jane descubrirá lo que significa ser una mujer libre, que sigue su propio destino, y por primera vez en su vida se sentirá realmente a gusto y feliz en un lugar. Y ocurrirán muchos sucesos, mezcla de drama romántico y de suspense, que mantendrán nuestro interés.
De forma sutil pero firme, esta obra es una reivindicación de libertad e independencia para las mujeres de aquella época y una crítica a la prepotencia de las clases altas respecto a las clases humildes.
"Jane Eyre" contiene misterio, drama, ternura y romance, y nos conduce por la trama de un modo suave y contenido, pero a veces muy emotivo.
No es un peliculón, pero sí bien ambientado, con actuaciones bastante buenas (sobre todo los dos protagonistas) y que guarda bastante fidelidad a la obra original, al menos a su esencia. Un buen trabajo. Es bonita.