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Voto de Vivoleyendo:
9
Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El género musical explotó y alcanzó la cúspide con su obra más conocida, "Cantando bajo la lluvia".
Donen y Kelly tocaron el techo de una era dorada y crearon un vistoso y rutilante homenaje al nacimiento de los musicales. Cuando el cine mudo entró en declive y desapareció para dar paso al cine sonoro, las posibilidades se perfilaban infinitas. "El cantor de jazz", tributada en esta película, fue el primer largometraje con sonido que se estrenó en las pantallas, y su éxito supuso la clausura de la primera etapa del invento de los Lumière, y la inauguración de la segunda, en la que los avances de la tecnología supusieron un nuevo despegue.
Los actores tenían que hablar y cantar, la música se transformó en elemento crucial, y con ello surgieron nuevas demandas de inclusión de diálogos en los guiones, y de perfeccionamiento de la dicción y de educación de la voz, así como de la investigación acerca de las mejores técnicas de audio.
El público solicitaba estruendosos números de danza y canto, el Technicolor también comenzó a saturar sus retinas de colorido, y una inextinguible alegría de vivir trascendía de aquellos espectáculos que derrochaban optimismo. Puro espectáculo, adornado con números que alcanzaron las cotas más elevadas en cuanto a despliegue artístico. Coreografías impecables, puestas en escena en casi perpetuo movimiento y canciones pegadizas ideadas para conectar con los ideales de unos espectadores que buscaban en las salas de cine una refulgente evasión a su vida diaria.
Gene Kelly será por siempre uno de los máximos exponentes del género, alzándolo hasta el triunfo absoluto en unos años en los que Broadway y Hollywood relumbraban con el aura del esplendor.
A partir de entonces, ese hombre que cantaba y bailaba bajo una lluvia torrencial, icono de la despreocupación y de la felicidad, fue el símbolo a perpetuidad de una época que catapultó el cine hacia las estrellas.
Vivoleyendo
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