Entre mini-parodias y guiños a otras películas, esta magnífica segunda parte (que es al menos tan buena como la primera) aborda lo que hay después del "y vivieron felices y comieron perdices". Shrek se ha casado con su princesa Fiona y ahora se encuentra ante algo alarmante en lo que no había caído hasta ahora: tendrá que conocer a sus suegros, los reyes de un país lejano. Fiona, Shrek y Asno se embarcan en un viaje hacia el reino de Fiona, y el reencuentro familiar no va a ser precisamente una balsa de aceite.
De nuevo van a suceder un montón de situaciones desternillantes que pondrán a prueba el amor de Shrek y Fiona, con la aparición de los personajes de cuentos, algunos de ellos indeseables y maquiavélicos y otros dispuestos a ayudar a la pareja, y con la incorporación de un nuevo personaje que se convierte en la gran sensación de la película.
Otra vez vuelve nuestro ogro feo y grandullón, ahora enamorado y correspondido y dispuesto a todo por su Fiona. Otra vez se le da la vuelta a los tópicos de los cuentos y ningún personaje es lo que aparenta.
La acción y el humor son desbordantes y el metraje se hace corto. Al final te quedas con ganas de continuar siguiendo las vidas de los entrañables protagonistas.
Para completar el cuadro, ahí tienen unas imágenes bellísimas, cuidadas hasta el mínimo detalle y una banda sonora estimulante y grandiosa.