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España España · Zaragoza
Voto de sleiva86:
8
Aventuras Durante años, el capitán Nolan ha vivido obsesionado con la idea de cazar un peligroso ejemplar de orca, la reina de los mares. En una de sus expediciones se encuentra con un grupo de esas gigantescas criaturas y decide cazarlas con la ayuda de su tripulación. Consigue capturar a una hembra embarazada que lucha desesperadamente por liberarse, pero, al acercarse demasiado a la hélice del barco, queda mortalmente herida y pierde al ... [+]
24 de marzo de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta producción del subgénero de terror con animales, en la estela de la taquillera Tiburón (1975), es una de las muchas películas surgidas en los años siguientes a ésta, con el objetivo de capitalizar esta nueva tendencia del género de terror y aventuras. Las comparaciones con el film de Spielberg son evidentes tanto en el “monstruo” antagonista (un animal marino, más fuerte que el tiburón blanco, como se deja ver en una de las primeras secuencias, todo un “guiño” a Tiburón) como en el esquema narrativo, especialmente en los últimos minutos, donde transcurre en mar abierto y a bordo de un barco, como en Tiburón. Sin embargo la película acaba desmarcándose notablemente de aquélla a pesar de las apariencias.

La historia se desarrolla eficazmente, y de la cual sólo puede achacarse como contrapunto negativo lo inverosímil de esa idea romántica de una orca capaz de realizar una acción premeditada y vengativa ante un profundo dolor por la pérdida de su hembra y de la cría que de ella iba a nacer, a manos de un grupo de pescadores. Licencias cinematográficas que obviamente no pueden tomarse del todo en serio ante una historia, al fin y al cabo, ficticia. Si bien es sabido que estos animales poseen una de las inteligencias más desarrolladas del mundo animal, depositarios de una especie de “cultura” dentro del grupo, y unas relaciones sociales muy avanzadas. No estamos por tanto ante el instinto asesino o cazador que se nos muestra en la película de Spielberg y en otras similares. El espectador simpatiza con la orca. Sin embargo, la película también sitúa como víctima al líder de esta masacre, el capitán Nolan (Richard Harris), un pescador rudo, poco conocedor de la fauna marina, víctima también, en el pasado (como se puede comprobar a lo largo del metraje) de una situación análoga a la de la orca, en la que por otras circunstancias pierde a su compañera embarazada. Por tanto, el personaje de Nolan acaba incluso simpatizando con la orca (si bien no por ello frena su deseo de enfrentarse cara a cara con el animal que poco a poco va mermando a su tripulación) y e incluso el espectador mismo, con Nolan. Así mismo el personaje de Raquel (Charlotte Rampling) ejerce como nexo entre el animal, de la que se yergue como defensora a ultranza, y Nolan, a quién imbuye esa idea de una orca herida de dolor, y por quién acaba teniendo compasión como víctima de su propio error.
La película tiene un marcado carácter melodramático que se acentúa con la hermosa y melancólica partitura del maestro Ennio Morricone, que se repite, a modo de elegía, durante todo el metraje. Probablemente una de las mejores bandas sonoras de los años 1970, aunque poco conocida.

Adolece, en ocasiones puntuales, de los mismos errores de muchos filmes del subgénero y sucumbe ante sus típicos clichés. En ocasiones navega entre la Serie B y en otras, entre las grandes superproducciones de Hollywood. Se le culpa de un exceso de imágenes de archivo, una técnica que precisamente también fue utilizada en Tiburón para acentuar el realismo de los animales en escena. No obstante fueron utilizados también modelos de orca a escala natural, con un acabado perfecto. La fotografía y los decorados, aunque algo anticuados, son preciosos. En el apartado dramático destacan los conocidos Richard Harris y Charlotte Rampling, a la altura de sus papeles, y que salvan con dignidad las pequeñas inverosimilitudes del guión. No hay que olvidar el personaje secundario de Bo Derek, la sex symbol de principios de los ochenta, en uno de sus primeros papeles (aunque muy alejado de esa imagen erótica conocida por el gran público).

En definitiva, un film muy disfrutable y muy infravalorado. De final triste, con la orca cumpliendo su cometido y tras éste, en búsqueda de su propio destino en soledad. Toda una sorpresa para quienes esperan una copia de Tiburón o incluso de Moby Dick. No es una obra maestra, pero no todas las películas buenas lo son. Orca, la ballena asesina sí es una buena película. Simplemente cuenta y muestra lo que tiene que contar y mostrar, ni más ni menos.
sleiva86
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