La película tiene una factura visual impresionante, gracias a unos efectos digitales de antología. Pero verdaderamente es una pena que todo se vea arruinado con un guión bastante desprolijo e inverosímil al que le falta mucha coherencia en sus variantes.
No obstante, la cinta es una alterativa interesante para pasar un rato divertido, típico producto industrial donde hay más presupuesto que ideas, no obstante puede en este caso ser muy efectivo para un público no muy exigente con lo que consume.
Inquietante ambientación con una conseguida banda sonora de Jerry Goldsmith, la cual logra acompañar a la perfección a una narración vertiginosa y dinámica.
Desde las interpretaciones, tenemos unas correctas actuaciones en los protagónicos siempre y cuando no sean desplazadas por los CGI. Kevin Bacon está muy saludable en un papel tremendamente físico.
En fin, una película entretenida al máximo, la cual lamentablemente no progresa por tener fallas e incongruencias en el guión, no obstante es de visionado obligatorio aunque más no sea por sus impresionantes efectos especiales.