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Voto de travis braddock:
7
Drama. Romance La pasión por la música lleva a Gretta (Keira Knightley) y a Dave (Adam Levine), novios desde el instituto, hasta Nueva York. Pero cuando él, una vez alcanzado el éxito y la fama, la abandona, ella se queda completamente desolada. Una noche, un productor de discos (Mark Ruffalo) recién despedido, la ve actuar en un bar de Manhattan y queda cautivado por su talento. Primera película en USA del director de "Once" (2006). (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocido es el dicho que asegura que la música es capaz de amansar a las fieras, como muestra del poder de la música para conectar con nuestras emociones de una forma más profunda e intensa que las palabras. Eso es algo que ha aprovechado el cine para reforzar con la música lo que cuentan las imágenes de las películas, desde los tiempos del cine mudo con el acompañamiento musical como único apoyo de lo que se veía en pantalla hasta los actuales, donde se siguen usando músicas alegres, tristes o intrigantes según lo que se quiera transmitir.

El irlandés John Carney, tras unos años como bajista en un grupo, debutó en el cine hace unos años con “Once”, una película que hizo las delicias de muchos a la hora de retratar a una pareja de músicos que sobreviven en las calles de Dublín, llegando incluso a ganar el Oscar a la mejor canción. Ahora ha cambiado Dublín por Nueva York a la hora de ambientar su nueva historia, también marcada por el poder de la música, que habla de las rupturas y reconstrucciones que tienen lugar en nuestra vida.

Si en “Once”, Carney hablaba del enamoramiento de dos músicos callejeros, en “Begin again” habla, entre otras cosas, del distanciamiento de los músicos al llegar al éxito (seguramente inspirado por la realidad, ya que la pareja de “Once”, que también lo fueron en la vida real, se separaron al no poder digerir el éxito de la película). Dave y Gretta parecen la pareja perfecta, son jóvenes, guapos, se entienden a la perfección y él canta las canciones que ella le escribe, lo que lleva a firmar un jugoso contrato con una discográfica. El inicio del éxito de Dave y el progresivo arrinconamiento de Gretta será lo que les separe. Por su parte, Dan es un productor musical que ha perdido la fe en lo que hace, incapaz de encontrar un sonido que le inspire hasta que la casualidad le pone ante las narices el talento de Gretta, acostumbrada a estar en la sombra y que con Dan tendrá la opción de llevar a cabo algunos de sus sueños. A ambos les une la inspiración artística y la desesperación y entre ambos se irá construyendo una amistad que les hará replantearse muchas cosas.

“Begin again” es una película musical, aunque no un musical al uso, pues aquí los actores no se ponen a bailar de repente ni les siguen decenas de extras que casualmente interpretan la misma coreografía con gran precisión. Lo que sí hay es varios momentos de interpretación de las canciones que Gretta compone y canta para el disco que Dan le produce y que son interpretadas en varios rincones de Nueva York, grabadas al aire libre, con los ruidos y el ritmo de la ciudad como fondo sonoro. Y es la propia Keira Knightley quien canta las canciones, sin dobles, defendiéndose bastante bien y con una voz bonita.
Además de cantar, Knightley deja por un momento los personajes de época en los que se ha especializado y aunque aquí se lleva su parte de drama, tiene la oportunidad de interpretar a un personaje más luminoso y relajado que la mayoría de los roles que ha hecho hasta ahora. Así que cambia corpiños y enaguas por pantalones anchos y vestidos veraniegos para lucir un aspecto acorde con la chica tímida de inquietudes artísticas que trata de encontrar su hueco. Ella y Mark Ruffalo (un buen actor muchas veces relegado a papeles secundarios de los que saca todo lo posible por mala que sea la película y que ahora tiene la oportunidad de ser al fin reconocido por el gran público por su intervención como Hulk en “Los vengadores”) hacen un buen trabajo y logran una gran química entre sus personajes, dos seres heridos que tienen la oportunidad de crecer gracias al otro y de volver a empezar, tal como reza el título. Pero además de Knightley y Ruffalo, el resto del elenco está a la altura de las circunstancias, incluido un Adam Levine en el que yo no confiaba mucho y que sabe componer con acierto un personaje que podría haber sido el capullo de manual, pero que tiene más aristas.

Sin embargo, a la película se le puede reprochar no dar un poco más de relevancia a la mujer e hija del personaje de Ruffalo, de las que se echa en falta saber un poco más y acaban definidas en pocos trazos. Un defecto que no acaba afectando a que la película deje un buen sabor de boca con una historia que mezcla con acierto comedia y drama y suena auténtica, sin que las emociones parezcan recalentadas. Un problema éste de muchas películas que al querer ponerse emocionales acaban siendo tópicas. “Begin again” es una buena película para degustar en un verano marcado siempre por las superproducciones que tanto se parecen entre sí.
travis braddock
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