"Proyecto Rampage" se basa en un famoso videojuego donde un puñado de animales gigantescos iban destrozando ciudades a su paso sin asomo de remordimiento. Un entretenimiento gracioso que se convirtió en objeto de culto nostálgico para una generación de la comunidad jugadora. Es para ese sector a quien alude Brad Peyton en una cinta confeccionada para ver con refrescos grandes y sonido de palomitas

Aunque era bastante complicado, gracias al CGI se logran hacer muchos guiños a esas situaciones donde el lobo y el mono se podían poner en modo cooperativo a acabar con un rascacielos. A nivel de efectos especiales se cumple, si bien nuestro mayor acto de fe es imaginar a "La Roca" como científico muy pasado por el gimnasio en sus ratos de ocio.

Hay secundarios de calidad como Malin Akerman o el siempre divertido Jeffrey Dean Morgan, mientras todo va pasando sin que debamos centrarnos mucho en pensar los agujeros de la trama. Para muestra un botón, los villanos tienen una máquina recreativa del Rampage original, ¿cómo podían esperar que el experimento les saliese bien si el juego ya era una profecía?

Tiene el metraje justo para no cansar, muchísima acción y, entendida como homenaje a la recreativa, podemos decir que cumple su función sin caer en el error de tomarse excesivamente en serio.